Bárbara Vega (31), hermana de Sebastián (37), uno de los dos hombres asesinados el jueves 17 de diciembre en el barrio Tacurú, se presentó ayer ante el juez de Instrucción 3, Fernando Verón, para comunicarle que su familia continúa aterrorizada por movimientos de personas, presuntamente paraguayos, que circulan por Itaembé Miní y preguntan por su domicilio a vecinos y vigiladores privados.Durante el fin de semana pasado, un automóvil con patente del vecino país habría sido visto transitando por Itaembé Miní. Vega y sus dos hijos, horas después al doble crimen y los llamados amenazantes, decidió trasladarse a otra vivienda de Posadas, cuya dirección se mantiene bajo estricto secreto.La Policía, tras su primera denuncia por las amenazas recibidas, y por orden judicial, le brinda custodia, pero no alcanzaría a aplacar el temor que siente por sus pequeños hijos. “Tengo miedo, el domingo serenos de Itaembé Miní nos avisaron que dos hombres a bordo de un auto con patente paraguaya preguntaron dónde vivo”, sostuvo Vega a PRIMERA EDICIÓN luego de ser recibida ayer por el juez Verón.“Preguntan por el (Chevrolet) Agile de mi hermana más chica, que es el auto donde mataron a Sebastián y a Rodrigo (Ibarra). Esto no nos deja vivir en paz, desde enero estoy encerrada con mi mi hija, no puedo ir a trabajar ni llevar a mi nena a la escuela, espero que ahora con la custodia que me ofreció el juez pueda hacerlo”.En cuánto de quién o quiénes, sospecha que se esconden detrás de las advertencias y amenazas, remarcó: “El principal sospechoso es uno de los asesinos y está prófugo, y me busca a mi porque colaboré con la investigación. Me quieren matar por eso, porque aporté muchos datos clave (…) En enero recibí los mensajes y llamados que me advertían que me dejara ‘de joder’ porque me iba a pasar lo mismo que a mi hermano”.





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