Participando en reuniones con mujeres de la tercera y cuarta edad en las que se organizaba una actividad, en varias ocasiones alguna de ellas se excusaba, con tristeza, porque tenía a su cuidado a los nietos. En el extremo opuesto, otra amiga nos decía que ella se reunía con sus nietos sólo para disfrutarlos, ya que el cuidado era responsabilidad de sus padres. Ambas posturas me llamaban la atención, y puesta a elegir una de ellas pensaba que optaría por la segunda, aunque con sentimiento de culpa.De manera que la aparición de esta nueva afección llamada el Síndrome de la Abuela Esclava, reconocida por la Organización Mundial de la Salud como malos tratos a la mujer, vino a contestar mis inquietudes. Es considerada como una enfermedad grave que afecta a la mujer madura sometida a una sobrecarga física y emocional, y que origina fuertes y progresivos desequilibrios somáticos y psíquicos. Lo sufren las abuelas que asumen la crianza y cuidado de los nietos, como si volvieran a ser madres otra vez.Pensemos en el rol fundamental que desempeñan las abuelas, ya que son las cuidadoras incondicionales de los nietos, dan amor, comprensión, educación, y son los primeros amigos para jugar. Pero, cuando este contacto se convierte en una sobreexigencia aparecen las enfermedades físicas y psicológicas, que en muchas ocasiones no son interpretadas en ese contexto, sino como síntomas propios del problema.Dicen los especialistas que no es fácil diagnosticar el Síndrome de la Abuela Esclava, porque son ellas mismas las negadoras de su situación, atribuyendo su malestar a otros motivos que no tienen nada que ver. Sin embargo, dada su gravedad, puede llevar a la muerte y hasta el suicidio. Y son tantos los casos que se ha dado en llamar la pandemia del siglo XXI.Su curación, paradójicamente está en manos de los familiares más cercanos, a veces los mismos que les dejan los nietos. ¿Cómo lograr que reconozcan su egoísmo y asuman su responsabilidad? A veces, se logra la liberación que debe ser realizada con una adecuada distribución de tareas o se cae en la situación de generar otra abuela esclava que hereda las cadenas de la antecesora.Es muy importante que la sociedad tome conciencia de este problema, que tenga una amplia difusión en la comunidad, con la ayuda de los medios de comunicación, para que se pueda generar ayuda cuando el caso lo requiera. (Continuará).Fuente: www.revistainterforum.comColabora: Hilda GonzálezExperta en cocina [email protected]





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