Cuando me pregunto ¿Para qué estamos en esta vida?, parte de la respuesta es que debemos darle “significados” a nuestras ideas y pensamientos, siendo los “significados” la explicación que damos a esas ideas.Nuestro trabajo básico en esta vida son dos, uno es elaborar ideas o pensamientos con sus significados, lo segundo es mantenernos vivos, teniendo aceitado lo mejor posible nuestro organismo, pues nos da la base física para pensar ideas con significados.Cuando nacemos se nos coloca encima de nuestros hombros una “mochila” con todas las particulares ideas, creencias y comportamientos del grupo social donde uno nace, entre estos está el lenguaje formado por las palabras con sus significados, que traemos quién sabe de dónde y cuánto hace.Al iniciar nuestra vida durante unos pocos años balbuceamos sonidos, gruñidos, sonrisas y lloros, es como un pre-lenguaje que poco a poco, ayudado por nuestra percepción, memoria, imitación y aprendizaje, “madurará”, transformándose en nuestro lenguaje materno.Los maestros nos enseñan que “tal palabra nace del latín o del griego y significa..”, que vendría a ser su significado etimológico, nos enseñan a usar los signos de nuestra escritura, como la “A”, a pronunciarla, que proviene de tal lado y el significado de la palabra tal o cuál.Estos elementos los incorporamos poco a poco en nuestra vida con la enseñanza y el ejemplo, siendo esenciales porque forman parte del lenguaje que usamos para comunicarnos, donde el uso combinado de palabras nos posibilita seleccionar, citar, coordinar y combinar conceptos de diversas complejidades para modificar significados.Para entendernos mejor entre nosotros, deberíamos estar seguros de usar iguales significados, es decir hablar y entender lo mismo al nombrar a algo o a alguien, donde importa mucho el punto de vista o subjetividad de quien procesa una circunstancia o concepto, por ejemplo si digo blanco que sea blanco y no gris.Mientras más acordemos entre nosotros, nuestros modos de ver particular, más nos entenderemos al comunicarnos.¿De qué se componen los significados de nuestras ideas?, algunos de ellos son simples como al ver un árbol, rápidamente nos lo imaginamos, donde a partir de su imagen le podemos ir incorporando nuevos significados, como por ejemplo nos da alimento con sus frutos, es refugio de aves, produce oxígeno por medio de sus hojas siendo esencial en nuestro medio ambiente ecológico para mantener vivo a todos los seres de esta tierra.Nuestros significados cambian permanentemente, algunos son más complejos como el amor, la agresión, la espiritualidad, el miedo; cuya construcción se hará paso a paso con la suma de todos los valores que asimilamos a diario, pudiéndonos llevar incluso toda la vida.Podemos dar diferentes significados para una misma expresión, “El plasma es para los médicos y bioquímicos la parte transparente de la sangre, para los físicos es una colección de electrones y protones en iguales cantidades en un estado neutral, para un geólogo el plasma es un tipo de cuarzo, verde, apenas translúcido, semiprecioso y para mucha gente es un televisor”. Todo se transforma con el tiempo, de bebé la teta de la mamá y las caricias a su cuerpo constituyen una fuente inagotable de placer y saciedad, que de grande se transforma en ese “amor maternal” inconfundible, reflexivo y distinto que nos acompaña por siempre.Cada hecho de nuestra vida sumará, restará y modificará el significado de “amor maternal”, partiendo de la joven mujer que nos acompañó toda nuestra niñez y juventud, hasta la anciana que hoy apenas se mueve y a veces dice cosas incoherentes.Nosotros con la suma de nuestros significados tendemos a ser “diccionarios ambulantes” de ideas con sus emociones y espiritualidad, mucho más importantes de los que acostumbramos a leer; donde los ancianos son los portadores de los “diccionarios” más voluminosos y fructíferos que podemos aprovechar o no.La suma de los significados con que impregnemos a nuestras ideas, provienen de nuestros “valores” y a su vez vuelven a reconstruirlos, los que a su vez nos guiarán en la búsqueda de la “felicidad”.Nuestra felicidad aparecerá cuando cambiemos el significado de “recibir por el de dar”, cuando modifiquemos el significado del “yo por el nosotros”, cuando cambiemos el “cuídenme por el te cuidaré”, cuando cambiemos la “cantidad por la calidad” y cuando cambiemos el significado de “tener por ser”.Con significados de “mejor calidad” podremos cambiar los recuerdos que nos atormentan del pasado, aplicarles un nuevo bálsamo para transformarlos en heridas cicatrizadas, y modificar así las expectativas que vamos a poner en el futuro.Una vida con verdaderos y profundos significados es más sana, y nos lleva a una vida feliz, todo dependerá de la “calidad” de nuestros pensamientos.Hay momentos de nuestra vida en que todo lo que hacemos pierde su significado, vivimos empujados por la inercia del sobrevivir, para conseguir cosas, para tener más, para ser poderosos, para sentir más placer, para hacer más números y cantidad, para ascender más y para ganar más.Existen momentos de la vida en que estamos distraídos o despistados, perdimos el rumbo de lo que hacíamos y como vivimos, se perdió el hilo que nos conectaba al pasado, hacemos cosas pero no sabemos “Porqué ni para qué”.Hechos graves, tristes y violentos de nuestra vida nos pueden nublar y hacer perder el rumbo de los “significados” que poseíamos, como la muerte de un hijo, un accidente que nos deja incapacitado seriamente, una adicción incontrolada, agresiones barbáricas continuas que sufrimos especialmente en nuestra niñez; todos nos hacen tambalear en nuestra cordura, esperanza y fe.Todas estas y otras situaciones nos hacen perder nuestra orientación en la vida, no sabemos qué es lo más importante y lo secundario, qué va primero o segundo, si deseaba ser pianista y pierdo una mano, ¿qué hago ahora? Si perdí un hijo en el que puse muchas esperanzas, ¿dónde las pongo ahora? o ¿por qué si soy un buen creyente, Dios permite que tenga un cáncer?, o si quiero a mi familia, porqué en pocos momentos vendrá ese deseo incontrolable de tomar droga y gastar todo lo que tengo, o ¿por qué si mis padres me tenían que proteger me hicieron esto? Es a partir de estas grandes heridas, que debemos “curarnos”, encontrar nuestra senda y sentido, como dijo K. Jung: “La más mínima cosa con significado, es más valiosa en nuestra vida, que las mejores cosas sin ello”.Por Bazán J. L. – MédicoDeseo tu opinió[email protected]





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