En estos días estuve reflexionando sobre los cambios que generamos como consumidores y el reflejo en nuestro mundo, por eso quiero manifestar dos ejemplos que muestran la influencia en nuestros cambios de hábitos, uno es el de las bebidas, este segmento estaba dominado por las bebidas gaseosas y azucaradas, pero ahora con nuestro cambio hacia la búsqueda de una vida más saludable empezamos a elegir las aguas saborizadas y con poco o nada de gas y bajas en azúcares, otro ejemplo es el de una cadena mundial de comidas rápidas que tenía como base la figura de una hamburguesa, empezó su cambio hacia comidas más sanas al punto de tener más variedad de ensaladas que de hamburguesas, esto me lleva a pensar en que cuanto más conscientes estemos del poder que tenemos con nuestro dinero, mejor podremos elegir. La democracia nos ha dado el poder de elegir a nuestros representantes al cabo de unos años, pero el poder de dónde gastamos nuestro dinero lo tenemos todos los días, y una de las maneras de aprender a elegir es aprender sobre lo que consumimos, aprender en qué beneficia a nuestro organismo lo que consumimos, recordemos que Hipócrates (460 AC) dijo “Que la comida sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”, si tomamos esta afirmación como válida, podremos empezar a interesarnos más, en principio en los alimentos que nos hacen bien y en segundo lugar que también hagan bien a nuestro planeta.Para comenzar este camino podríamos poner como base que cuanto más cerca de la naturaleza estemos, y cuanto más biodegradable sea lo que consumimos y los envases de ellos, mejor será para nosotros y para nuestro planeta.Tal vez pensemos que con el cambio de una persona solamente no podremos cambiar nada, pero lo cierto es que todas las empresas del mundo están muy interesadas en lo que vamos a consumir dentro de unos años, para ir preparándose, y teniendo en cuenta que una de las publicidades más poderosas del marketing es el boca en boca, entonces tendremos una herramienta que si la empezamos a usar, cambiando nuestros hábitos de compra y luego comentarlo con nuestro círculo más cercano, y si este a su vez acompaña el proceso, en poco tiempo habremos construido una masa de consumidores que marcarán una tendencia a seguir.Una cosa que está más que clara es que si no hay mercado que compre un producto, nadie lo produciría, si un día lográramos que ninguna persona dependa de los estímulos que producen las drogas, se terminaría la producción y el tráfico de las mismas, y así podríamos poner muchos ejemplos similares.Entonces como decía Sarmiento: "Todos los problemas, son problemas de educación", por nuestra parte tenemos la posibilidad de ser protagonistas de un cambio significativo simplemente aprendiendo a gastar mejor nuestro dinero.Colabora Carlos E. SeewaldCoach Ontológico [email protected]





Discussion about this post