Cuando Lea Kaufman nos cuenta del éxito de sus clases donde enseña a moverse inteligentemente, ella enfatiza y dice que comienzan en la “presencia”. Esto trae a escena por ejemplo, estar como tomando clases de algo y aprendiendo, al final se vuelve terapéutico y ¿cuándo no tanto? Esta diferencia notable entre la enseñanza grupal y la personalizada es manifestada con características de una muestra amable dirigida a muchos participantes y otra, que se concibe como un asunto privado.En el grupo se pierde la individualidad, hablando para todos, donde el tiempo suele pasar más rápido y existen riesgos de no animarse a contar alguna particularidad, como enfermedades, miedos, salud, y esa posible lesión, que se puede evitar. En las clases personalizadas, el entorno libre de vergüenza tiene un tiempo más lento que de costumbre, con una conversación hacemos frente a las preocupaciones. En la preparación se desarrollan las estrategias personales o del grupo, luego se programan las clases. El tiempo a nuestro favor echa pie en aquello de tener precaución y la persona se siente más cómoda simplemente porque todo el tiempo estuvimos presentes.Colabora Cesar Aguirre AyraultTerapias corporales.Masaje californianoCel [email protected]: Equilibrandonos Masajes





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