Luego de un año de transcurrida la mediación, la encontré casualmente, me tomó las manos, me bendijo con simpleza y me agradeció por cómo la había “transformado” el proceso de mediación.Me comentó llena de orgullo, cómo había aprendido a hacer eso que le habíamos enseñado, eso de pensar que sentía el otro y cómo lo aplicaba no sólo con las personas de su familia sino con sus vecinos y la comunidad donde trabaja.Me transmitió emocionada que, hacer “eso” -se refería a practicar la empatía- le había permitido comprender lo que pensaban o sentían los otros y mejorar la convivencia. Me relató cómo enseña ahora a sus hijitos a correr el foco de atención exclusivamente de ellos mismos, para tener en cuenta también los pensamientos y expresiones de las otras personas y así “hacer del mundo un lugar mejor”.Rescato, esta conversación con “R.” -así la llamaremos, en virtud de la confidencialidad del proceso, advirtiendo el cambio en ella, un cambio que fue más allá de lo que se apreciaba a simple vista en la mediación. Es que “R.”, luego de aprender a practicar la empatía durante el proceso de mediación, eligió practicarlo en forma consciente. Tomó la opción de respetar al “otro” y escucharlo, escucharlo con el corazón. Si bien el respeto se manifiesta como conducta, internamente se origina como una actitud. R., aprendió a respetarse ella misma primero, poniendo en claro sus intereses y actuando en consecuencia y así fue que recorrió este camino que le permitió respetar a los otros.Este cambio, este aprendizaje que la llevó a escuchar desde un lugar diferente, le permitió también transitar más fácilmente desde la rivalidad hacia el respeto en situaciones de conflicto.Elegí compartir este encuentro con R, porque es inspirador. Normalmente suponemos que la empatía sucede a nivel de los individuos, pero también puede ser un fenómeno de masas que provoque una transformación social.¿Y si todos intentáramos conscientemente practicar la empatía? Me animo a vislumbrar el cambio.Podemos fomentar el desarrollo y crecimiento de la empatía para lograr el cambio que queremos. Las investigaciones en los campos de la sociología, comprueban que podemos hacer de la empatía una actitud cotidiana y así mejorar las vidas de todos los que nos rodean. Cuando un número crítico de personas cambia su modo de pensar y de comportarse, la cultura lo hace también y comienza una nueva era. Es el camino hacia la paz.Colabora: Valeria [email protected]





Discussion about this post