Este 30 de enero se cumple un año desde que los empresarios que explotaban el servicio internacional de lanchas Posadas- Encarnación decidieron salir del mercado porque las condiciones en las que les permitían trabajar “no eran competitivas”.Hasta el momento se mantiene vigente una prórroga para poder interrumpir la prestación otorgada por el Ministerio de Transporte de la Nación, “y con expectativas de reabrir el diálogo y abonar un camino para su reactivación”, dijo a PRIMERA EDICIÓN el gerente general de la empresa, Fabián Taborda. La decisión para salir del juego había respondido principalmente a que no habían conseguido, entre otras cosas, que habilitaran la navegación los días sábados, domingos y feriados, tampoco hubo entendimiento para extender el horario de 17.30 a 19, además de la imposibilidad de pagar un monto que supuestamente Migraciones pretendía cobrar y que estaba lejos de las posibilidades de la empresa concesionaria. Taborda confió, en tanto, que se está elaborando un nuevo pedido de prórroga, de manera de contar con tiempo para sentarse a negociar con organismos nacionales como aduanas y migraciones “para ver qué podemos hacer”, sostuvo. No obstante, con la precaución de no dar ningún tipo de detalles de nada sobre los proyectos, más que nada para no crear las expectativas de retomar la concesión del servicio, prorrogada hace un año, por razones estrictamente comerciales de la empresa, la Marilyn espera anclada en inmediaciones del club Pira Pytá.“Está todo el panorama nacional político reacomodándose y estamos queriendo ser muy cautos con los pasos que van a dar. Queremos dar el tiempo necesario a que se acomoden los tantos y obviamente que tenemos nuestras expectativas puestas en que nos permitan volver a trabajar en condiciones de competitividad. Tenemos un capital parado y en verdad intentamos ser positivos esperando ver que se resuelvan las cosas”, sostuvo el gerente de la empresa de navegación. Los plazos de la prórroga cubren todo el verano, mientras tanto se hace un mantenimiento casi a diario de los barcos “ se puso mecánica nueva a esta embarcación que es un elemento histórico de la zona y que siempre está listo para navegar con orgullo el Paraná, como cuando lo hacía mucho antes de que el puente internacional se convirtiera en el mayor lugar de tránsito y el río tuviera su gran transformación a partir de la construcción de la represa Yacyretá y el llenado definitivo del embalse que modificó la geografía de la ciudad y dejó bajo agua las viejas instalaciones del puerto capitalino.“Hoy no descartamos ninguna hipótesis de cómo podríamos regresar (sea a navegar, sea como barco histórico con servicio a turistas y paseos en el río), pero queremos ser prudentes (remarcó) hay muy buenas intenciones se vislumbra un buen futuro, tanto para la parte turística como para la actividad pluvial. Hay que tener paciencia”.Los barcos se encuentran anclados en un muelle lindante al Club Pira Pytá. Todos lo días se encienden las máquinas y se sale a navegar, siempre con permiso de Prefectura. “Todas las embarcaciones, por más que están paradas cuentan con la inspección de Prefectura porque no podemos dejar de cumplimentar con los certificados. Por un lado es positivo porque de esta manera se tiene en perfectas condiciones a la embarcación”, agregó Taborda.Cautela“Sería muy imprudente analizar cualquier tipo de situación porque en verdad vemos muy buenas intenciones por parte del Gobierno provincial, pero bueno es tiempo de acomodarse y más adelante volver a conversar”. Muy cauto, Taborda evitó puntualizar cuáles son las cuestiones que se tienen que “acomodar” porque sostuvo que “no sabemos si en el plano provincial se están ocupando de las cuestiones que nos preocupan y sería una infidencia salir a pedirlo. Ya estuvimos parados un año, vamos a esperar un tiempo más”, insistió, “después veremos”.





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