El pasado diciembre, "celular para niños" batió su récord de búsquedas en Google. No es de extrañar: cada vez más niños tienen su propio Smartphone. ¿Cómo llega el teléfono a las manos de los chicos? Más de la mitad es en forma de regalo, en su mayoría, de los propios padres, que ven con ello una herramienta para su tranquilidad. Sin embargo, ¿cómo gestionar el uso que los pequeños hacen de los dispositivos? Estos son algunos consejos a tener en cuenta:1. Da ejemploComo en casi cualquier aspecto educativo una imagen (o un gesto) valen más que mil palabras. Los niños imitan y asimilan lo que ven a su alrededor, así que con el celular no va a ser distinto. Si no queremos que sean niños empantallados no podremos serlo nosotros tampoco. O al menos, no cuando estemos con ellos: durante las comidas, en el parque, el tiempo que les ayudamos a hacer los deberes… Obligarnos a dejar el terminal a un lado y dedicar toda nuestra atención a la conversación o al juego, puede ser un buen comienzo. Y no solo por una cuestión de autoridad. Existen argumentos científicos para probar que la adición de los adultos al celular repercute en el desarrollo cognitivo o en la autoestima de los menores. Además, cuanto más tiempo pasemos delante de una pantalla, peor será nuestro humor.2. … Pero sin volverte locoNos guste o no el celular forma parte de nuestras vidas, así que es imposible desterrarlo por completo. Además, la conexión a internet puede ser muy útil en según que situaciones y controlar a nuestros hijos en absolutamente todo lo que hacen es imposible. Como en todo, el sentido común y la paciencia serán fundamentales. Convertirnos en un sargento de hierro no nos conducirá a nada y permitirnos un poco de esparcimiento personal también es necesario de vez en cuando.3. Acordá reglasUna buena forma de demostrarle a tu hijo que esto va en serio es establecer un contrato. Si cumplen su parte del trato, tú respetarás los términos. Si no, sabrá de antemano las consecuencias de su mal uso. En el "documento" puedes fijar aquello que te preocupa y puede ser motivo de polémica: el uso que hagan de él en el colegio, qué ocurre si lo rompen, cómo deben gestionar las redes sociales y las descargas… Cada niño es distinto, así que podés personalizarlo en función de sus necesidades y de las normas habituales de la casa. Si no quieres redactar uno de tu puño y letra podés utilizar <a href="http://www.policia.es/prensa/20140719_1.html">este, elaborado por el equipo de Redes Sociales de la Policía Nacional española</a>. Son 20 puntos pensados para niños menores de 13 años que recogen, entre otros, que el menor "en caso de tener problemas, dudas o ser acosado por cualquiera a través de Internet, se lo dirá a sus padres, para buscar una solución a la situación".4. Creá una situación de complicidadAunque seas tú quien establezca las normas, la confianza y comunicación es clave. La asociación sin ánimo de lucro Protégeles, del Programa Internet Seguro de la Unión Europea, explica en su Guía parental para mantener a los niños seguros en Internet que una de las reglas de oro es "fomentar la confianza mutua, transmitiendo a sus niños que pueden hablarle sobre sus errores, de modo que puedan buscar soluciones juntos. Los errores son parte del aprendizaje".5. Fijá horariosNo solo para que el móvil se quede en casa a la hora de ir al colegio sino también cuando se acerca la hora de dormir. Según explicó a Materia Charles A. Czeisler, uno de los mayores expertos en medicina del sueño, “hay evidencia de que los adolescentes duermen media hora menos por cada dispositivo de este tipo que tienen en el dormitorio. Esto no es solo debido a la exposición a la luz, sino también por los juegos, las interrupciones telefónicas después de la hora de acostarse p los mensajes de texto que despiertan".6. Aprendé de los pequeñosSegún el estudio "Menores de edad y conectividad móvil en España: tablets y smartphones", "los niños y adolescentes están normalmente más familiarizados con el uso y manejo de las TIC que los adultos que les rodean". Preguntá a los niños qué aplicaciones utilizan (el 52 %, según el mismo estudio, no piden permiso a sus padres a la hora de descargar una app) y aprendé para qué son y cómo funcionan. A lo mejor, alguna de sus aplicaciones favoritas acaba también en tu teléfono.Fuente: diario El País (España)




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