Jabón, toallas, shampoo. Esos son algunos de los elementos que brinda la Asociación Voluntades a las personas que se encuentran internadas – y a sus familias – en los Hospitales de Fátima, el Pediátrico y el Madariaga en sus visitas. Pero no sólo eso, también brinda un abrazo, una mano amiga, un hombre donde llorar. Todas cosas que ayudan por igual. El problema es que las primeras tienen un costo monetario. Ese costo se afronta con lo recaudado en la Feria de ropas que realiza la asociación en el mes de mayo y el festival solidario de Teresita Sesmero que se hace en noviembre, más un subsidio que recibe la ONG por parte de Estado provincial. El problema aparece porque dicho subsidio presenta una demora en el pago de dos meses, lo que dificulta la labor solidaria de esta tradicional asociación civil.Las cuentas claras y ordenadas son las que permiten que Voluntades continúe con su tarea sin descuidar detalles. Pero las cosas comienzan a complicarse. “Hace dos meses que no nos pagan, estamos subsistiendo con lo recaudado gracias al festival de Teresita Sesmero”, indicó Maia Ayrault en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Aseguró que “no tenemos idea” del porqué de la demora y que “estamos muy agradecidos con el subsidio y sabemos que estamos incluidos para el 2016, pero esta demora de dos meses es difícil”, indicó. El dinero del subsidio, que Voluntades recibe desde hace tres años, se utiliza para varias cosas: una de las principales es el pago del alquiler del pequeño monoambiente donde se encuentran todas las donaciones de la gente – con sus respectivas expensas -, además de gastos de transporte y el pago a una contadora; por otra parte, la compra de diversos elementos que se llevan a los hospitales y que terminan en manos de las personas que más lo necesitan. “Estamos sobreviviendo porque las últimas toallas las conseguimos a través de dos anónimos. Nosotros trabajamos con necesidades básicas como un jabón, un desodorante, una toalla. Cosas para que una persona se bañe”, indicó Maia. Desde mediados de diciembre, Maia se levanta todas las mañanas e ingresa a su correo para saber si ya está el dinero, pero hasta el momento no aparece. “Entonces pedimos la colaboración de la gente, como siempre. Este año vamos a necesitar toallas, no hace falta comprarlas, con que puedan conseguir la tela de toalla, de las más accesibles basta porque nosotros tenemos voluntarias que cosen”, indicó. Además, pidió “pequeños frascos con tapa a rosca y de plástico para poder fraccionar el shampoo. Esos son elementos que compramos todos los meses, pero como ahora no tenemos el dinero, nos vemos en la obligación de pedirlos”, agregó. Balance de 2015 y qué se viene para 2016Más allá de este contratiempo, Maia insiste en que “fue un 2015 hermoso” y que “se cumplieron todos los objetivos que nos planteamos a principio de año”. Quizá el más importante sucedió en mayo, cuando tras varias notas y pedidos, representantes de la Asociación fueron recibidos por el directorio del Hospital Pediátrico y les avisaron que ya podrían ingresar como voluntarios a dicho nosocomio. Por este hecho, “el 2015 va a ser como un hito en Voluntades”, dijo Maia y contó que, ni bien les dieron el Ok para el ingreso “a la semana siguiente ya estábamos caminando los pasillos del Pediátrico”.Entonces, desde el año pasado, son tres los hospitales públicos que reciben la ayuda de Voluntades: el Hospital Madariaga, el de Fátima y el Pediátrico. La cantidad de personas que son parte del universo de solidaridad de la Asociación cada vez son más, por lo que el subsidio del estado provincial cobra un rol fundamental en el trabajo diario. Para ingresar al Pediátrico se hizo un curso de voluntariado con la doctora Hilda González, “porque nos íbamos a encontrar con niños y queríamos conocer cómo reacciona un chico, cómo se trabaja con ellos. Tuvimos más de 80 inscriptos y de allí egresaron 32 nuevos voluntarios”, aseguró Maia. Para 2016 la intención es organizar otro curso de voluntariado, pero “de tres meses como en el que nos formamos nosotros. Este año vamos a pedir a Salud Pública que nos acompañe en el auspicio. Este es un objetivo a cumplir. Ya contamos con el apoyo de la Biblioteca Popular Posadas que se comprometió porque el curso del año pasado lo hicimos allí. En febrero cuando retomemos nuestras actividades empezaremos la organización, porque hay que estar en todos los detalles”, confió Maia.También, en lo que es casi una tradición para Voluntades, este 2016 tendrá su correspondiente feria de ropa en el mes de mayo y para noviembre será el turno del festival solidario de Teresita Sesmero. Siempre con la intención de colaborar con los que menos tienen y más necesitan. “En este 2016 más que nunca vamos a tener que mirar al otro. Es la única manera de sanar y esa sanación es importante para que ese otro pueda seguir viviendo”, finalizó Maia. El banco ortopédicoLa Asociación Voluntades cuenta con su propio banco ortopédico, “el único del Parque de la Salud”, aseguró Maia. Con él, atienden a los pacientes internados en el hospital Madariaga y en el Pediátrico. “Cuando nos piden y no tenemos elementos para entregar, les damos el teléfono del Rotary Club, porque ellos también cuentan con un sistema para este tipo de ayudas”. Señaló que siempre se toman los datos de las personas que piden los elementos y al cabo de unos meses se los llama “para ver cómo sigue todo”. Maia rescató que “la gente más humilde es la que más devuelve. Cuando terminan de ocupar los elementos llaman de San Isidro, Candelaria, Garupá y dicen que ya no ocupan, que nos quieren devolver. Agradecidos a toda esa gente que ayuda a engrosar la lista del banco ortopédico”, cerró.





Discussion about this post