El presidente Mauricio Macri prometió durante la campaña electoral que las pasadas serían las “últimas elecciones” con el actual régimen de votación en caso de que él ganase, porque impulsaría la Boleta Única Electrónica (BUE) en todo el país, como lo puso en práctica en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.Detrás de esa promesa, ya está decidido iniciar a mediados de enero las rondas de consultas con los gobiernos provinciales, las universidades, ONG y partidos políticos para consensuar un proyecto de reforma del sistema de votación.El secretario de Asuntos Políticos del Ministerio de Interior, Adrián Pérez, confirmó que el Gobierno tiene previsto iniciar las mesas de trabajo “para este mes”, en rondas encabezadas por el ministro Rogelio Frigerio, el propio Pérez y su equipo.“El objetivo es mejorar el sistema electoral, hacerlo más transparente, ágil y confiable. La línea de trabajo es la boleta única, con opción a que sea electrónica, dotar al sistema de un organismo electoral con autonomía para que el asunto electoral no lo maneje el Ejecutivo y que tenga autonomía y dé más confianza a la gente”, explicó Pérez.“El tercer objetivo central de la reforma es dejar de estar sobrecargados de elecciones dispersas, ordenar el cronograma respetando la autonomía de las provincias pero con menos cantidad de elecciones separadas al año”, agregó Pérez, aunque admitió que es algo que deberá consensuarse con los gobernadores (vale recordar que en varios distritos, como la Capital Federal, tuvieron un calendario diferente al nacional).De acuerdo a la normativa vigente, el sistema electoral es facultad de cada una de las provincias y puede ser modificado o sustituido de acuerdo a su voluntad, tal como ocurre por ejemplo con la Ley de Lemas que se aplica en Misiones y no en otras provincias, o el calendario electoral que se define de manera autónoma, sin la necesidad de ser autorizado por la Nación.Por esta razón, la intención que tiene el Gobierno nacional choca con los intereses de las provincias y para llevarlo a cabo deberá negociar con cada uno de los caciques provinciales. Para el caso de Misiones, la relación entre la Nación y el Frente Renovador es muy buena, al punto que el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, tuvo dos encuentros con el gobernador Hugo Passalacqua, uno en Buenos Aires y otro en Posadas, donde se comprometió a acompañar con obras al gobierno del Frente Renovador.Frigerio tendrá importante influencia en las obras del Plan Belgrano, que es el proyecto que tiene la Nación para fomentar obras e impulsar el desarrollo de las provincias del Norte del país, entre ellas Misiones. En ese marco, el ministro dijo que estas obras (viales, viviendas, etc.) serán “consensuadas” con los gobernadores “que son los que conocen las prioridades”.No sería descabellado pensar que tanto las obras como la modificación del sistema electoral, hacia la Boleta Única Electrónica en todo el país, sean parte de una negociación conjunta entre Nación y Provincia, augurando un nuevo tiempo de convivencia política. Consultado al respecto, el ministro coordinador de gabinete de la provincia, Adolfo Pischik, declaró a PRIMERA EDICIÓN que “no estoy al tanto de que la reforma política haya sido un tema dialogado entre el ministro Frigerio y el gobernador Passalacqua en las reuniones que tuvieron”. “Sí hablaron de las obras para Misiones que el Gobierno nacional se comprometió a financiar pero la provincia está dispuesta al diálogo con la Nación”, aseguró Pischik.Por otra parte, la reforma política posiblemente implique la eliminación de la Ley de Lemas en Misiones, un mecanismo cuestionado por la oposición porque le otorgaría ventajas al oficialismo.“Esperamos que el Gobierno provincial recapacite respecto del sistema electoral vigente, se produzca en nuestra provincia la reforma política que por tanto tiempo venimos reclamando desde la oposición. Esto consiste en la eliminación de la Ley de Lemas”, expresó Alfredo Schiavoni al respecto.En el Ministerio de Interior de la Nación reconocen la complejidad de llegar a un consenso con los 24 distritos del país, porque además debería comprar, instalar y hacer funcionar unas 120.000 máquinas de BUE (Boleta Única Electrónica).Al respecto Pérez respondió: “En principio, vamos por la BUE, tenemos los ejemplos de aplicación en Salta y la Ciudad de Buenos Aires, ese es el objetivo”.El Plan Belgrano cumpliría un rol fundamental ya que uno de sus ítems expresa que “se promoverá una reforma electoral que asegure el respeto al voto real de los ciudadanos” y el presidente Macri había expresado en campaña que “se terminan las Leyes de Lemas, las reelecciones indefinidas”.





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