Un hombre que era juzgado por asesinar de un disparo de escopeta en el rostro a su mujer y que aseguraba que todo había sucedido al confundirla con un ladrón finalmente fue condenado a cadena perpetua por la Justicia provincial, que en base a testimonios y pruebas entendió que tuvo intención de quitarle la vida.Se trata de Omar Luis Postel (28), sobre quien recayó la autoría del delito de “homicidio calificado y tenencia ilegal de arma de guerra”, al decir de la resolución adoptada por el Tribunal Penal 1 de la Tercera Circunscripción Judicial, con asiento en Eldorado. La víctima se llamaba Mariela Miranda (23).La sentencia se conoció minutos después del mediodía del lunes en el recinto de calle San?Juan 1974 y, según pudo saber PRIMERA?EDICIÓN, el joven fue rápidamente conducido a la Unidad Penal III del?Servicio Penitenciario Provincial, en esa misma ciudad, donde cumplirá la condena.La resolución adoptada por el magistrado titular Ángel Atilio León y los subrogantes Eduardo Javier Jourdan y Mirtha Elvia Saucedo de Bertolo Andino fue unánime y siguió los pasos de lo requerido en los alegatos por el fiscal Federico José Rodríguez, representante del Ministerio Público.A su turno la doctora Ana María Mayerhoefer, a cargo de la defensa, había solicitado el cambio de carátula por “homicidio culposo”, en virtud de la versión de Postel, que juró y perjuró que había ultimado a Miranda al confundirla con un ladrón que había entrado a robar a su casa.?La estrategia finalmente no prosperó.Más allá del testimonio de Postel, prevaleció ante los magistrados intervinientes el relato de al menos dos testigos, de los primeros en llegar a la escena, que en pleno debate aseguraron que Postel les había confiado que había matado a su mujer y que nunca habló de una confusión con un ladrón.El episodio por el que el condenado llegó a juicio oral tuvo lugar alrededor de las 23.30 del jueves 22 de mayo de 2014 en una vivienda de Paraje Barbacuá, una zona rural emplazada a unos 18 kilómetros del casco urbano de San Antonio.Efectivos policiales alertados por vecinos llegaron hasta la escena y se toparon con el cuerpo sin vida de Miranda. El médico policial y la posterior autopsia constató que tenía una herida de arma de fuego que le había desfigurado el rostro y le provocó, entre otras cosas, la pérdida del globo ocular izquierdo.Los investigadores no tardaron en dar con Postel, pareja de la víctima. El hombre fue hallado en otra de las habitaciones con una escopeta calibre 36 y un cartucho servido en el piso. El acusado fue rápidamente esposado y trasladado a sede policial. La instrucción entendió que había sido el autor del hecho y ahora el Tribunal de?Eldorado confirmó la autoría de Postel en el aberrante crimen.





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