Señora Directora: “El mundo está loco, loco…”, era el título de una película de allá por los 70 que ridiculizaba a la sociedad de consumo de entonces y que, casi medio siglo después y globalización mediante, se generalizó. Pero también adquirió otras características que lo hicieron más brutal y deshumanizado que en aquellos años donde la Guerra fría y la amenaza nuclear parecían parte de lo cotidiano.Hoy, dentro de ese panorama, emergió un fenómeno que entonces era muy incipiente y formaba parte de esa bipolaridad del mundo de la post guerra: el terrorismo. Aunque antes hubo muchas manifestaciones de éste como generador de algunos avances sociales e independencias, al margen de la no violencia también en boga entonces (Ghandi, King, etc.).Pero así como se acentuó el consumismo, llegando a extremos obscenos en el caso del uso de las tecnologías de la comunicación, la brutalidad del crimen parece haberse agudizado. Las Torres Gemelas, Atocha, Charlie Hebdó, Embajada de Israel, Amia, son un ejemplo –el más conocido para nosotros- de eso que ocurre en el mundo y que se suman periódicamente. Lo volvió inseguro, aunque solo es la emergencia de una realidad que es tan brutal en otros países del mundo que genera problemas como la de los inmigrantes medio orientales que invaden Europa como consecuencia de los propios errores del Viejo Continente.Duelen las muertes, cualquiera fueran y por los motivos que las provocaran. Así como duele la enorme injusticia y el enceguecido odio que ennegrece el mundo. ¡Nos estamos matando entre nosotros! Por Dios, ¿hacia dónde vamos?





Discussion about this post