Quién no ha pasado por grandes tormentas emocionales?, ¿quién no ha tenido problemas, complicaciones, trabas, inconvenientes, dudas, incertidumbres… que le han hecho pensar y tomar decisiones que marcarían su existencia para siempre?Todo esto nos saca la alegría, nos coloca en un costado del camino y nos paraliza. Vemos pasar la vida como autómatas, porque toda nuestra atención está en la angustia de tal problema. Hasta tal punto que una emoción fuerte nos impide realizar con efectividad nuestro trabajo, dedicarnos a la familia o llevar una vida medianamente tranquila y normal.¿Cómo enfrentar una tormenta emocional, cómo lograr mantenerse a flote cuando parece que todo lo que está a nuestro lado se hunde? ¿Cómo continuar con esta vida? Son preguntas que podemos hacernos en esos momentos.En algunas ocasiones puede que busques una salida fácil, cómoda, incluso mágica, en otras que intentes evadirte escapando a otro lugar o de la situación que te hace naufragar emocionalmente.Hay otras alternativas En realidad, puedes recurrir a varios paliativos que te darán una calma pasajera, te aliviarán del peso del problema y tendrás mejor visión de la situación. Estos paliativos son para despejar el humo de las emociones y buscar donde está el núcleo del problema. Una de las alternativas que te puede ayudar es la meditación. La meditación no es un paliativo.Si meditas encuentras el foco que genera esa tormenta llamada problema. Con la meditación enciendes una luz en el lugar en el que todo parecía oscuro. Así puedes empezar a vislumbrar hacia dónde ir, qué hacer y cómo hacerlo.Te propongo que tengas en cuenta no sólo la meditación si no todo lo que antecede a ese encuentro maravilloso contigo mismo y con tu parte espiritual, con Dios.La reflexión, el recogimiento, muestra los juegos de la mente. No tienes que hacer grandes malabares para calmarte.Te propongo para ello este pequeño ejercicio:- Deja que tu alma se manifieste, calma tus pensamientos colocando la atención en un punto, el que tú elijas, utiliza lo que se te antoje, tu mano, un dedo, el cielo.- Centra la atención lo más que puedas en lo que elegiste como anclaje, y calma tu respiración.Y piensa en estas palabras:- Dios es lo único y verdadero.- La mente es propensa a engañarnos con prejuicios.- No te dejes embaucar por ella, acepta la realidad, la verdad.- Lo que buscas en este momento de recogimiento no es magia, no es una solución fácil.- Lo que encuentras al meditar es la calma natural que tiene el alma.- Esta calma que brota de tu espíritu transformando la palabra problema en enseñanza, en aprendizaje.- De esta forma sales a flote con mayor experiencia y sabiduría.- Con la meditación aprendes a ver la vida elevándote por encima de las emociones que crea tu mente. Ella te ayudará a encontrar la salida a tus conflictos emocionales.Hasta la próxima semana.Paz y Bien





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