Gabriel Schurrer llegó a Misiones en 2014 con una aureola de prestigio, después de una más que aceptable experiencia como director técnico de Lanús.Se hizo cargo de Crucero de Norte y a su cargo el "Colectivero" alcanzó su histórico ascenso a Primera División. Pero este 2015 las cosas no le fueron tan bien en la elite del fútbol argentino y apenas duró diez fechas del torneo de 30 equipos: después de cosechar apenas 6 puntos en el primer tercio del campeonato (1 triunfo, 3 empates y 6 derrotas), la dirigencia del club anunció que no seguiría contando con "Chucho" como DT a partir de junio, por lo que él eligió dar el "portazo" antes de tiempo.En cualquier caso, la herencia que dejó, con una magra cosecha justo en el tramo supuestamente más "cómodo" del torneo para Crucero, fue un pesado lastre del que el "Colectivero" nunca se recuperó y lo condicionó hasta desembocar en su descenso de nuevo a la B Nacional.Para entonces, Schurrer ya estaba justamente en esa categoría, dirigiendo a Gimnasia y Esgrima de Jujuy. Y el destino quiso que su nombre se volviera a cruzar con las ilusiones misioneras: el "Lobo" jujeño fue finalmente el domingo pasado el que, <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/207477/no-hubo-milagro-y-descendio-guarani.html">con su triunfo sobre Guaraní Antonio Franco</a>, condenó definitivamente al descenso a la Franja. Claro que la culpa no fue del extécnico de Crucero sino del pésimo partido que jugaron los de Villa Sarita. Pero ahí queda la curiosidad: el hombre que "contribuyó" a la floja campaña del club misionero mejor posicionado en el escalafón nacional terminó sentenciando también al segundo equipo de mayor categoría de la provincia.





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