Acá y allá, violencia

 Señora
Directora: Días
pasados el mundo se vio sorprendido por los sucesos violentos ocasionados por
terroristas en la ciudad de Paris (Francia) y rápidamente el gobierno ordenó un
sistema de protección interna cerrando fronteras y vigilando e investigando todos
los lugares poblados del país. A nadie le resulta agradable vivir una situación
similar, pero debemos resaltar que en nuestro país se viene soportando
diariamente asesinatos, principalmente en Buenos Aires, como si ya fuera una
costumbre para la ciudadanía argentina.<p class="MsoNormal" style="background:white"></p>
<p class="MsoNormal" style="background:white">Y sin embargo
todo sigue como si nada. Los responsables de tomar las medidas y controlar el
ingreso de extranjeros no muestran interés en hacerlo, más bien instalan en
la sociedad una suerte de "todo está bien" (que la inseguridad
es una sensación) y nada evita que sigan sucediendo muertes de inocentes. </p>
<p class="MsoNormal" style="background:white">Pero los
beneficiados en este caso son los delincuentes, los asesinos, los sicarios, que
se ríen en nuestra cara por lo fácil que se les hace salir en poco tiempo de la
cárcel (cuando son detenidos). </p>
<p class="MsoNormal" style="background:white">Cuando
Juan y María Pueblo ya no pueden salir detrás de las rejas que tuvieron que
poner frente a su casa, o salir a pasear con tranquilidad, o disfrutar de los
espacios públicos que para eso fueron mejorados, o ir a cobrar su jubilación
sin correr riesgos de asalto, entre otros tantos problemas de inseguridad. Y ni
hablar de los productos prohibidos de consumo que se han extendido por todo el
país sin que se hayan tomado los recaudos suficientes y necesarios para evitar
que nuestros jóvenes se autodestruyan progresivamente, generando graves
problemas a su alrededor por las ansias de consumo. </p>
<p class="MsoNormal" style="background:white">No
debemos magnificar lo sucedido en Francia (sí ser solidarios), sino más
bien mirar lo que sucede todos los días en nuestra Argentina, donde vemos y
vivimos la violencia entre hermanos como si fuéramos todos enemigos, porque se
perdió el respeto que fue reemplazado por la agresión. Es triste y lamentable
que tengamos que soportar esta situación.</p>