El domingo 22 de noviembre los argentinos utilizarán por primera vez en su historia la doble vuelta electoral –balotaje o ballotage- para definir entre dos candidatos quién será su presidente en los próximos cuatro años. Ésta es una novedad electoral que hará su debut en esos comicios, pese a haber estado vigente en siete ocasiones anteriores, pero en las que debió ser utilizado dos veces y se frustró por la renuncia de una de las fórmulas intervinientes, en 1973 y 2003.Sus orígenes se remontan a la Francia del siglo XIX, cuando en 1852 durante el II Imperio, Napoleón II impuso la modalidad de la doble elección a la que denominó “ballottage” rescatando el término de las votaciones en ciertos conventos religiosas, donde se utilizaban dos bolillas (ballottes), una negra y otra blanca, método que procedente de Italia llegó a Francia en el siglo XVI. Vuelve a ser utilizado por la III República francesa (1871-1940), para ser luego rescatado por la V República en 1958, hasta nuestros días. Aunque el sistema francés actual es más similar a las Paso (primarias abiertas, simultáneas y obligatorias) argentinas porque sirve para medir la fuerza de los candidatos y establecer negociaciones y alianzas para la segunda vuelta.Ese método de doble elección se generaliza rápidamente en otros países. Aunque con distinta modalidad hoy se aplica en las elecciones presidenciales -preferentemente- de alrededor de 80 naciones. Entre ellas Brasil, Chile, Perú, Colombia y Uruguay en nuestro subcontinente.Métodos de elección presidencial en ArgentinaDesde principios de la historia argentina la elección presidencial fue de manera indirecta. Primero, durante el período directorial (1813-1820) quienes desempañaron ese cargo equivalente a la del presidente hoy y en el caso de la designación de Bernardino Rivadavia como presidente (1825) esa elección estuvo a cargo del órgano legislativo. A partir de la Constitución de 1853 la tarea quedó como responsabilidad de un Colegio Electoral, copiado de los Estados Unidos, integrado por un número similar de representantes por las provincias y la Capital Federal a los senadores y diputados que éstos poseían en el Congreso de la Nación.Ese método se mantuvo hasta 1949 cuando la reforma constitucional del peronismo dispuso la simple pluralidad de sufragios, sistema con que Juan Domingo Perón fue electo en 1951 para su segundo mandato. Vale acotar que en esa fecha, el 11 de noviembre, fue la ocasión en que también votaron por primera vez las mujeres argentinas en una elección nacional.La Revolución Libertadora de 1955 derogó “de facto” esa reforma constitucional y restituyó la de 1853, por lo que se retornó al viejo régimen de los Colegios Electorales que se aplicó hasta 1966. En 1972 a través de un decreto-ley el dictador Alejandro Agustín Lanusse reformó la Constitución Nacional y estableció la doble vuelta electoral e incorporó el tercer senador por distrito.Una primera experiencia frustradaEse sistema transitorio decretado por la autoproclamada Revolución Argentina -una convención constituyente debía ratificarla antes de 1978, lo que no ocurrió-, establecía un régimen electoral de doble vuelta para las elecciones presidencial, de senadores (que dejaban de ser designados por las Legislaturas provinciales) y de gobernadores de provincia. Exigía el 51% de los votos válidos para evitarla y la participación en ese ballotage de todos quienes hayan superado el 15%; a la vez redujo el período presidencial de seis a cuatro años y el de los senadores de nueve a seis.El 11 de marzo de 1973 se realizaron esas elecciones que ponían cierre a ese período dictatorial que se había iniciado en 1966, con el derrocamiento del radical Arturo Umberto Illia. Triunfó la fórmula Héctor José Cámpora-Vicente Solano Lima con el 49,5% de los votos, con una diferencia superior al 25% a la fórmula radical Ricardo Balbín-Eduardo Gamond, con el 21,3%.Estos últimos desistieron de participar en un ballotage, aunque esa nueva ronda electoral se realizó en catorce provincias para elegir gobernadores.Cámpora asumió el 25 de mayo de ese año y renunció 45 días después, en julio, por lo que volvió a llamarse a nuevas elecciones presidenciales para el 23 de septiembre. En éstas no fue necesaria la aplicación de esa segunda vuelta, ya que Juan Domingo Perón fue electo por tercera vez presidente argentino con el 61,8% de los votos.La dictadura militar que luego se apropió del gobierno en 1976 nada hizo para ratificar las reformas constitucionales introducidas en 1972 y cuando retornó la democracia en 1983 se volvió a la Constitución de 1853 y al régimen del colegio electoral.La democracia recienteAsí, en 1983 y 1989, Raúl Alfonsín y Carlos Menem fueron elegidos por ese sistema indirecto y con un mandato por seis años. Estos dos, en 1994 suscribieron el Pacto de Olivos que dio origen a la reforma constitucional de ese año, la hoy en vigencia.Esa Constitución además de volver a reducir el mandato presidencial a cuatro años y establecer la reelección, también rescató la elección directa. Para ello estableció la doble vuelta en sus artículos 97 y 98, aunque menos exigente que el vigente en 1973: la reducía a los dos candidatos más votados y no la hacía necesaria si quien ganaba en la primera vuelta obtuviera más del 45% de los votos, o superara el 40% con una diferencia mayor al 105 de quien obtuviera el segundo lugar.En 1995, 1999, 2007 y 2011 quien ganó esos años, Menem, Fernando de la Rúa, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner (superaron ese piso del 45%; e incluso en el último de ellos, CFK rondó el 54% de los votos. La excepción fue en 2003, cuando el 28 de abril de ese año Menem alcanzó el 24,5%, escoltado por un 22,2% de Kirchner; pero el balotaje previsto para el 18 de mayo no pudo realizarse ya que el primero, ante la posibilidad de una aplastante derrota, retiró su candidatura.Es por ello que el próximo 22 de noviembre Maurico Macri y Davil Osvaldo Scioli inaugurarán esa doble vuelta que nunca pudo aplicarse en los últimos veinte años de su vigencia, ni en el corto lapso de 1973.Balotaje, ballotage o ballottageLa acepción electoral actual de la palabra que define la doble vuelta proviene del francés “ballottage” que, a su vez, surge del término “ballotter” que, originariamente, significaba votar mediante bolillas (ballottes) de dos colores. A su vez, “ballotte” proviene del italiano “ballotta” o “ballota”, diminutivo de bala, bala pequeña, bolilla o pelotilla.Para el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), balotaje (del francés “ballottage”): “En el sistema electoral, segunda vuelta que se realiza entre los dos candidatos más votados cuando nadie ha obtenido la mayoría requerida”. También se utiliza el término “ballotage” cuyo uso se ha generalizado en los medios periodísticos de la región rioplatense.En el idioma españo
l también existen las palabras balota y balotar, para definir las bolillas utilizadas para elegir y la votación a través de éstas.Colaboración: Martín Pelozo – Periodista





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