Efectivos de la Dirección de Investigaciones y de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas (Saic) realizaron este viernes en Posadas, Garupá y Candelaria cinco allanamientos simultáneos, que produjeron dos detenciones, además del secuestro de presuntos elementos probatorios relacionados al robo de 800 mil pesos a distribuidora El Arco durante la madrugada del domingo. El amplio despliegue fue ordenado por el juez César Yaya, y de los dos detenidos, uno sería lugarteniente del ideólogo o cabecilla de la banda.Los días de labor de los investigadores fueron intensos y permitieron establecer las residencias de los sospechosos y hasta el sitio donde abrieron la caja fuerte con la recaudación del emprendimiento comercial de la avenida Mitre y Máximo Paz, a pocos metros de la avenida Roque Sáenz Peña.En una casa quinta en Mitre y Pellegrini (740) de Candelaria, los investigadores, además de la detención de un hombre con antecedentes por robo calificado, hallaron cuarenta mil pesos en billetes de cien, dólares y reales, que intentó justificar como obtenidos por el cobro de alquileres de un familiar. En otra vivienda de Candelaria a la misma hora -8 de la mañana- fue despertado y aprehendido el sospechoso restante.En la lujosa casa de Candelaria se secuestró un sistema de cámaras de seguridad, cuya computadora de registros fue derivada a los peritos de la Saic para su análisis.La principal sospecha es que aún guarde imágenes de tres sospechosos que no fueron ubicados hasta el momento, dos de ellos serían de la provincia de Buenos Aires. Creen que en este sitio se distribuyó el botín y se celebró el golpe.En Posadas, sobre la avenida Blas Parera, cruzando Santa Catalina, y bajo la fachada de un taller mecánico, el allanamiento permitió colectar herramientas que habrían sido utilizadas para cortar una chapa del techo de El Arco, ingresar y desempotrar la caja fuerte.En otro de los operativos, en el barrio Santa Helena de Garupá, también se secuestraron elementos, pero no pudo ser hallado otro de los miembros de la organización, también misionero y con antecedentes delictivos. Procedimiento similar se realizó en una casa de las inmediaciones las avenidas San Martín y Santa Cruz de Posadas.Entre los elementos puestos a disposición de la Justicia, se destacan máscaras de cotillón con la imagen de "Anonymous", pero también notebooks y una PC completa. Un Renault Mégane color bordó, completó el secuestro, y los indicios se dirigen hacia el vehículo utilizado para movilizarse durante la noche del domingo 8 y madrugada del lunes 9 de noviembre.Entre los sospechosos que los investigadores tienen identificados, están siendo buscados dos, alias "El Porteño" y "Hombre Araña", confiaron la fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN.Especialistas de la Saic en tanto, continúan con el análisis de los celulares de empleados de El Arco. Se busca establecer o descartar la participación de algún "informante o datero", del movimiento del dinero del comercio y de las características de seguridad del establecimiento. Para los investigadores consultados, se trató de un golpe dado por "profesionales", con una labor de inteligencia precisa.Robo a la zapateríaEl viernes , el jefe de la Dirección de Investigaciones, David Amaral, explicó el operativo y facilitó detalles, pero con la salvedad de que la pesquisa continuaba con mayores perspectivas de esclarecer por completo el robo. Entre los puntos marcados, Amaral no descartó que esta banda haya ingresado a robar durante la misma madrugada a una zapatería del centro posadeño (Catamarca casi Ayacucho) tras forzar la malla metálica de un extractor de aire. En este caso, el propietario denunció que le birlaron 300 mil pesos.Manejaban todos los detallesLa esquina de Máximo Paz y avenida Mitre, para los propietarios de El Arco se convirtió en un duro golpe a su esfuerzo comercial. Bajo la modalidad "boqueteros", los delincuentes entraron por el techo y se llevaron una caja fuerte en la que había casi 800 mil pesos. Los ladrones desconectaron las alarmas y cámaras de seguridad, fueron hasta la oficina principal, donde los esperaba una caja fuerte que, según explicaron los propios dueños, estaba empotrada al piso.Los propietarios tomaron conocimiento del hecho el domingo cerca de las 13, cuando la empresa de seguridad privada que contrataron les informó que no tenían señal del sistema de sensores. Allí fueron hasta el lugar y descubrieron que habían sido víctimas de malhechores.





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