Ramón Méndez, uno de los máximos exponentes del chamamé dorado, es la historia viviente de esos años donde se entrelazaban melodías tradicionales como las de Isaco Abitbol, Tránsito Cocomarola, Tarragó Ros, Blas Martínez Riera y Ernesto Hugo Montiel. Entrar en su mundo íntimo es rememorar anécdotas, momentos históricos de un legado que forja generaciones chamameceras. Escucharlo hablar, mirar sobre una mesa plagada de intactos recuerdos, esas fotografías en blanco y negro, recortes de diarios y tapas de LP. Incluso aquel, “Lo mejor del chamamé” que se convirtió en disco de oro. Escuchar a Ramón, es sentir la guitarra acompañada del acordeón o tal vez un sonido mucho más nostálgico como el bandoneón, es entender que la historia musical tiene mucho más para ofrecer a estas nuevas generaciones. En una charla con PRIMERA EDICIÓN, Ramón supo recobrar historias y ser merecedor de tener toda una tradición casi a sus pies. Con mucha nostalgia comparte un poema escrito el 25 de abril de 2011, dedicado a Leopoldo Federico -director de orquesta, compositor y bandoneonista-. En su primer estrofa expresa: “Surge de mis oídos acordes melódicos/ Seduce mis sentimientos en tu magia bandoneón/ Tus voces gallardiosas bendecidas por Dios/ Expresan tu nobleza querido bandoneón”.Apostado a la mesa donde se lucían grandes recuerdos, Ramón dijo tener presente esos espectáculos de las 16, donde por la tarde todos estaban bien vestidos, “era el valijero de Isaco antes de entrar al servicio militar, en esos espectáculos que se brindaban en el Palermo Palace, La Enramada. Destacando que “había multitudes de personas haciendo cola a la tarde”, recordó este hombre que recorrió cientos de escenarios y que en uno de sus últimos trabajos discográficos rememoró a Misiones bajo el título “Maravillas del mundo”.Nacido en Corrientes decidió elegir a Misiones como su lugar para vivir y formar su familia. Posadas lo reconoce como uno de los suyos y desde allí se manifiesta “Canto a Misiones” o esa impecable interpretaciones de Alcibíades Alarcón: “Misionero y Guaraní”.Sus primeros roces con la música comenzaron en el campo, cuando era muy joven, justo después que falleciera su padre. “Mi padre me enseñó todo lo relacionado con el campo, y cuando yo tenía 13 años él falleció, entonces yo me tuve que quedar a cargo de todo junto a mi abuela. Recuerdo que esa época era de pocos médicos, su cuñado López Torres, Madariaga y Barreiro”, recordó.De esos primeros tiempos de musiquero supo contar que, “comencé tocando la guitarra, mis tíos y mi papá tocaban algo, y en el campo hay que tocar la guitarra, aunque sea rascarla. Así comencé a acariciarla, pero no me transmitía nada. Así comencé con el acordeón, pero el bandoneón me sedujo. Leopoldo Federico me dijo una vez que nadie tocaba como yo. ‘Sufriste mucho’, me dijo. Es que yo agarraba una tecla y no la largaba, toco con mucho sentimiento. El acordeón es más fiestero, mientras que el bandoneón es más sufrido, más romántico”.Estrella, su hija, se sumó a la charla y contó que su padre siempre fue muy generoso “al punto que todo regala y no le da valor a las cosas. Entonces, yo comencé a armar de a poco toda su historia y preservar trofeos, recortes de diario, y todo lo que podes ver acá sobre la mesa. No tengo la cantidad de premios, porque siempre regala a modo de agradecimiento”.Ramón, riéndose, acompañó la anécdota y aseguró que su madre siempre le decía: “Ramón con la música no vas a hacer nada. Tenes que estudiar, tenes que hacer algo”.Así es como aseguró que llegar a Buenos Aires fue el disparador para hacer todo lo contrario que su madre deseó. Es que la comunidad correntina, misionera, chaqueña que convivía en esa época en la gran ciudad lo llevó a seguir los pasos musicales. Así pudo estar a la par de otros grandes, que lo impulsaron mucho más arriba logrando formar parte de esa historia. Historia que hoy se la recuerda por medio de canciones, fotografías y una única voz viva como la de Don Ramón, que a medida que la relata se emociona mucho más. “El chamamé es pasión”, afirma y todo es un volver a empezar.





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