La comunidad educativa de la Escuela 15 de esta ciudad decidió volver a suspender las clases para evitar que los niños y docentes sufran algún tipo de lesión, lo cual es altamente probable en un edificio con numerosas fallas estructurales y en las instalaciones eléctricas.Las mismas comenzaron a aparecer hace tres años con los trabajos de ampliación del edificio. La gota que colmó el vaso fue el miércoles pasado (14 de octubre) cuando un fluorescente cayó en medio de un aula mientras los niños tomaban su leche. Un tomacorriente explotó y, advertida por el olor a quemado, la maestra atinó a cortar la luz del sector. Luego se cayó el fluorescente y para contener la caída y evitar que golpeara a un alumno, la maestra puso sus manos, que resultaron con heridas cortantes. Al día siguiente, aniversario número 115 de la institución cuando los docentes llegaban a la escuela se encontraron con que estaban los bomberos: los salones del nivel inicial se habían prendido fuego. "Era la hora de entrada y fue un revuelo, los padres corriendo con los niños desesperados", señaló a PRIMERA EDICIÓN Gladis Rojas, docente hace 28 años en esta institución.Por lo acontecido, desde el jueves 15 no se están dictando clases y los docentes no desean hacerlo hasta que no estén completamente aseguradas las condiciones de seguridad del edificio. No obstante, este miércoles concurrirán al lugar para cumplir horario pero no ingresarán al edificio.Pese al alto grado de peligro, el domingo se habilitarán seis mesas en la escuela para los comicios. Cabe preguntarse si el edificio estará en condiciones de abastecer de luz eléctrica que será más necesaria a la hora del escrutinio, ya que hay varios sectores con las instalaciones en mal estado.Padres preocupadosLa situación de la Escuela 15 data de por lo menos tres años atrás cuando comenzaron las tareas de ampliación del edificio, a manos de diferentes empresas contratadas por el Consejo General de Educación (CGE).En agosto pasado un tomacorriente prendió fuego en horario de clases y lanzó una gran llamarada. Por poco no le quema el rostro a una niña que estaba escribiendo en el pizarrón.A raíz de la situación, padres y docentes se movilizaron solicitando al supervisor y las autoridades competentes del CGE que tomen cartas en el asunto. Las clases estuvieron suspendidas casi todo ese mes hasta que el CGE volvió a autorizar que se retomaran las clases, tras una serie de arreglos realizados.Pero la semana pasada aparecieron estos nuevos inconvenientes que dan cuenta de una situación muy grave que no se resuelve con reparaciones parciales sino que deben ser de fondo o bien, con un nuevo edificio, que ya ha sido pedido reiteradas veces por los directivos de la Escuela 15."En agosto teníamos firmada la autorización por el ingeniero Espeche -de Infraestructura del CGE-, donde se decía que estaba todo en orden para dar las clases. Pero ahora pasó esto y nosotros tenemos mucho miedo, no podemos mandar a nuestros hijos en estas condiciones, es muy peligroso", indicó María, madre de un alumno de la institución a este matutino.El otro informe El martes último más de 200 padres participaron en una asamblea con los directivos de la institución. Muchos reclamaban que se retomaran las clases. En esa instancia se les puso en conocimiento de dos informes realizados antes y después de los arreglos del CGE por un licenciado en Seguridad e Higiene local.En los mismos, se dejaba constancia, según explicó Rojas a este Diario, el estado de las instalaciones eléctricas y del techo, que filtraba agua lo cual ponía en riesgo que se electrificaran las paredes. Esa situación continuó luego de los arreglos, o sea que a fines de agosto se retomaron las clases en una situación de peligro constante.“Esta semana desde el CGE estuvieron mandando algunas cajas con materiales para hacer arreglos pero todo sigue igual. No podemos arriesgarnos a dar clases en estas condiciones”, indicó Rojas. Señaló que la semana pasada en un ensayo de la Estudiantina uno de los niños fue a tomar agua y la canilla le dio una patada. Por precaución, siguieron ensayando fuera del predio escolar.Historia La Escuela 15 se creó en el año 1900 y su edificio original era el que hoy es Centro de Interpretaciones de las Ruinas de San Ignacio. Allí funcionó hasta 1982 cuando el Gobierno provincial decidió el traslado al edificio actual, que en un principio se proyectaba que fuera de dos pisos pero la obra es de solo uno. Se ubica dos metros por debajo del nivel de la calle, y entonces cada vez que llueve el agua inunda la institución.Asisten alrededor de 400 alumnos. En 2012 y tras pedidos de los directivos, comenzaron las obras de ampliación del edificio. Estuvieron en manos de diferentes empresas contratadas por el Consejo General de Educación (CGE). Desde entonces las clases se dictan entre escombros y con grandes incomodidades.En la ciudad no existen otros salones que puedan usarse para dar clases a los niños de esta escuela, con lo que no se ven soluciones posibles de momento. Queda poco más de un mes de clases y los padres están preocupados por el aprendizaje de sus hijos.





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