Hoy ya casi ni te mirás al espejo. ¿Te acordás cuando eras niña y lo hacías muy de seguido? Hoy apenas de arreglas, poco te importa si las canas aparecen entremezcladas en una tintura gastada. Tu cuarto no es el más indicado, no te sentís a gusto con nada o con muy poco. ¿Dónde quedó tu autoestima? Está ahí, guardada, muy pequeña, tanto que apenas podés sentirla. Apenas si lográs darte un baño rápido para no estar mucho tiempo a solas con tu cuerpo.Este es un buen momento para recordar ¿qué o quién te dañó tanto? ¿Quién te dijo que no vales, que no servís, que lo hacés todo mal, que tal o cual es mejor que vos?Repasá tu historia como si estuvieras leyendo un libro. Recordá cuando te sentías feliz con vos misma y muy satisfecha con tus logros. Ahora, mirate, sentí el dolor y descartá todas esas cosas que las hiciste tuyas porque no lo son. Sos luz, sos lo mejor, Dios te creó única y recuperate como la gran mujer que sos. Y salí a vivir plenamente feliz. Esa es tu obligación en esta vida.





Discussion about this post