La pérdida de rentabilidad de la mayoría de las economías regionales determinó que en la actualidad sean en promedio menos competitivas que en 2001, en el final de la Convertibilidad, de acuerdo con un informe dado a conocer por la consultora Economía & Regiones.Entre esos factores, destacó “la elevada presión tributaria, el avance de los costos de transporte, los problemas de infraestructura, las regulaciones para importar y exportar, la desalineación entre salarios y productividad del trabajo, la pésima política monetaria con su consecuente inflación y la caída de precios internacionales”.“La mayoría de las economías regionales ligadas al agro arrojan pérdidas. Esto quiere decir que ya no es rentable producir gran parte de los productos agrícolas en el interior del país. Estas economías regionales enfrentan una crisis de competitividad, que surge en principalmente y en primer lugar como consecuencia de las medidas de política económica doméstica y en menor medida como resultado del contexto económico regional y mundial”.La entidad confeccionó un índice de competitividad de las economías regionales en base al precio de 19 producciones: algodón, arroz, azúcar, carne, cueros, girasol, maíz, maní, manzanas, naranjas, peras, soja, poroto, harina y aceite, tabaco, té, trigo, vino y yerba mate.Ese relevamiento, se explicó, “muestra cómo el aumento de los costos y de la presión impositiva (egresos) ha superado a la dinámica de precios y del tipo de cambio (ingresos)”. El índice “señala que las economías regionales en promedio son hoy un 16%, 13% y 3% menos competitivas que en 2011, 2007 y 2001, respectivamente”.La consultora precisó que “entre 2011 y 2015, el 80% de los productos de economías regionales relevados han perdido competitividad precio”, destacándose las caídas en azúcar (-51%), trigo (-51%), algodón (-47%), cuero (-40%), poroto de soja (-35%), naranjas (-34%), girasol (-31%), peras (-15%), maní (-15%), aceite de soja (-14%) y manzana (-10%).“Si esta pérdida de competitividad se mantiene, la producción podría caer sensiblemente en el interior de nuestro país en los próximos 6, 12 y 18 meses, afectando negativamente el nivel de actividad y el PBI en 2016”, indicó E&R. Eso ocurrirá, añadió el informe, “porque en el agro, la decisión de producir se toma hoy y los resultados (cosecha) se ven varios meses o años en el futuro”.Yerba y té, las excepcionesEl informe destaca que dos de las producciones más importantes de la provincia de Misiones han tenido efectos positivos, son el caso de la yerba mate (+79%) y el té (20%). se suma la carne (+23%) y se destaca que estos tres rubros ha lograron mejoras de competitividad producto de una suba del precio internacional.Pese al excelente nivel de negocios en el plano de las exportaciones, en el caso del té, los productores misioneros no atraviesan una buena época, producto de la concentración de la industria en pocas manos y la falta de precio.EmpleabilidadOtra investigación sobre los productos agrarios del país, arrojó como resultado que la región NEA tiene los rubros que menor cantidad de empleados necesita por hectárea para funcionar.En el NEA la mayoría de las actividades agropecuarias registran bajos niveles de empleabilidad, producto del poco agregado de valor, de la estacionalidad.A nivel país se destacan cultivos como los que se desarrollan en Río Negro (33,5 trabajadores cada 100 hectáreas), San Juan (13,9 empleos), Mendoza (11,2 ), La Rioja (10,9 ), Neuquén (9,9). Las producciones primarias de Corrientes, Misiones, Formosa, Jujuy, Tucumán y Catamarca, registran entre 4 y 6 trabajadores cada 100 hectáreas.A pesar de haber tenido un crecimiento importante en su producción, la creación de puestos de trabajo (asalariados registrados, no registrados y trabajadores por cuenta propia) en el sector agropecuario ha sido poco significativa durante los últimos años.Entre los años 2002 y 2010 el valor agregado generado en la actividad agropecuaria creció en 44,2%, pero la cantidad de puestos de trabajo aumentó sólo 7,0%. En esos años, la elasticidad empleo-producto en el sector fue en promedio de 0,18. Es decir, por cada 1% de crecimiento sectorial el número de puestos de trabajo se expandió en 0,18%. Si bien en general los sectores industriales tienen una mayor potencialidad para la creación de empleo que el sector agropecuario, en los últimos años la relativamente escasa capacidad del sector agropecuario para generar puestos de trabajo ha tendido a exacerbarse.Si se relaciona la evolución del valor agregado y del empleo del sector agropecuario desde el año 1993 a la fecha, se observa cómo el número de puestos de trabajo prácticamente no ha variado a pesar del importante crecimiento del valor agregado.Los salarios en el sector agropecuario son significativamente más reducidos que en el conjunto de la economía. En 2010 la remuneración de los asalariados registrados del sector fue 42,4% más baja que en el total de los sectores.Por su parte, el salario de los trabajadores no registrados es aún inferior. Según el último dato disponible, su remuneración era 35,0% más baja que los trabajadores registrados, aún sin considerar las contribuciones patronales.De todas formas, los salarios de los trabajadores registrados del sector presentan un significativo ascenso a partir del año 2003. En efecto, en septiembre de 2010 la remuneración promedio resultó 93,4% superior a la de igual mes de 2002, superando el incremento del sector privado (63,9%). La región NEA registra los indicadores más altos de informalidad laboral o empleo en negro, sumado a los salarios más bajos del sector.





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