Las entidades y agrupaciones civiles que organizan estas marchas, como la Casa del Encuentro, llevan adelante una tarea sostenida y esclarecedora que ha logrado, a través de una prédica constante en el tiempo, hacer más visible el drama repetido de la violencia contra la mujer, cuya forma extrema, pero no la única, es el femicidio. Este lunes, el Observatorio de Femicidios Marisel Zambrano, dependiente de la ya citada asociación civil, dio a conocer un informe según el cual cada 31 horas un niño o una niña pierde a su madre por obra de la violencia de género. En los últimos siete días, en tanto, se registraron nueve femicidios en el país, por lo cual al término del encuentro en Mar del Plata se convocó a una nueva marcha “Ni una menos”, para el 25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer. La anterior marcha “Ni una menos”, con apoyo masivo en todo el país, demostró la sensibilidad de la sociedad respecto a esta grave problemática, oculta o negada en el pasado; sin embargo es visible también la complejidad de la trama y de sus ramificaciones, que atraviesan las relaciones sociales en sus vínculos más esenciales. Las marchas ayudan a que aflore la conciencia, y mucho se ha avanzado en los últimos tiempos en términos de legislación, como se puso de relieve recientemente en la adhesión de la provincia a la ley nacional contra todas las formas de violencia contra la mujer. Falta todavía, librar la batalla cultural decisiva a partir de la cual la sociedad haga suyas las fuertes convicciones que, hoy, defiende el Encuentro Nacional de Mujeres, muchas veces remando contra la corriente.





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