Un instituto de enseñanza del nivel terciario fue blanco el lunes, pasadas las 23.30, de un ataque incendiario y robo de dinero, en el centro de la capital provincial. El fuego consumió, según las estimaciones de Bomberos y agentes de la seccional Cuarta y del Comando Radioeléctrico, el 80% del establecimiento Lenguas Vivas, estructura de dos plantas ubicada por calle 25 de Mayo, entre La Rioja y Entre Ríos.La pericia de los bomberos evitó que el fuego se propagara a las viviendas lindantes. De inmediato los efectivos atacaron las llamas por uno de los accesos principales y controlaron que no se generaran corrientes de aire manteniendo cerrados los restantes accesos.La labor duró alrededor de quince minutos hasta sofocar las llamas.Luego procedieron a rastrillar el lugar a oscuras y descubrieron una ventana forzada y el despacho de administración revuelto, por lo que se solicitó la colaboración del personal de Criminalística de la Unidad Regional I, para el relevamiento de pruebas. Mientras esto ocurría, afuera del Instituto vecinos y agentes de policía desconocían la manera de poder contactar con los propietarios del lugar.Para las 0:30 del martes, frente al centro educativo, sólo un patrullero y una dotación de bomberos aguardaban a los peritos criminalistas. La mayoría de los vecinos, simples testigos del siniestro, al desaparecer el peligro se refugiaron en sus hogares rayando la mala costumbre del menor esfuerzo y no corresponder a una actitud altruista. Salvo uno de ellos, quien lejos de la actitud desaprensiva, tomó la guía telefónica y comenzó a rastrear a los dueños, familiares o allegados al lugar. Fue un exalumno del centro educativo el que facilitó los nombres y apellidos necesarios para lograr entablar el contacto.De esta manera, un hijo de la propietaria fue alertado y concurrió a toparse con la ingrata noticia.Con el primer registro de las aulas y oficinas, se pudo establecer que el lugar donde se guardaba dinero estaba violentado y habían desaparecido diez mil pesos.Coincidencia del destino, o insistencia de la reiteración de casos de inseguridad, a menos de cien metros -y sobre la misma calle 25 de Mayo- otra vivienda fue robada durante la madrugada del martes. Si bien en este caso el botín no trascendió, la queja en la zona repercutió. Pero la instalación de cámaras de seguridad en los hogares, e insistencia a la comisaría Cuarta para aumentar las recorridas de patrulleros, parecen no amilanar a los delincuentes dedicados al “escruche” (ingresar a los hogares para robar sin ser vistos).La Policía intenta determinar ahora quién o quiénes protagonizaron el robo e incendio. En tanto, el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, espera los informes técnicos del incendio.





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