Uno de los agentes ambientales más potentes que afectan la vida es la luz solar, pero cuidado amiga porque la excesiva exposición al sol puede ser un riesgo para tu salud, causando quemaduras, arrugas, envejecimiento cutáneo prematuro y hasta cáncer de piel.Tené presente que el daño provocado por los rayos no desaparece cuando finaliza el verano, de aquí nuestra preocupación por recordártelo. Dicho efecto se va acumulando progresivamente año tras año.Entonces tenés que reducir al mínimo la exposición solar entre las 10 y las 16, aplicarte filtro solar o pantalla solar media hora antes de cada exposición. Hacelo siempre en forma uniforme y cada dos horas, luego de cada baño o sudoración excesiva repetir la aplicación. No te olvides de aplicártelo también los días nublados, ten cuidado con las superficies reflexivas como la arena, el cemento, el agua porque pueden reflejar en tu piel y cuidado que, sentarte a la sombra no te garantiza protección solar. Usar filtros o pantallas solares de factor 15 como mínimo. Siempre debés leer los prospectos de los medicamentos que estás tomando porque ciertos medicamentos, drogas y cosméticos producen foto-sensibilidad. Evitá la cama solar porque la luz ultravioleta que emiten cabinas de bronceado causan envejecimiento cutáneo prematuro y aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel.Amiga, dejá que el sol acaricie tu piel y alegre tus vacaciones, y recordá que sólo tenés una piel para toda la vida.Colabora: Elena Cacerez EchevarríaEn [email protected] – 4440079





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