Estaba en el taller de Feng- Shui, su maestra les estaba enseñando quiénes eran los “Benefactores”: les decía que son todos los seres que nos apoyan, nos cuidan y guían en nuestra vida… por ejemplo les decía: “Mi padre dejó su cuerpo hace tres años pero lo siento todo el tiempo sé que él me cuida y cuida a mi hija Maia. Sé que él me trajo al hombre que amo… siento que lo eligió para mí”.Los Benefactores son seres que están allí para nosotros, sólo necesitamos estar con el corazón abierto, ser inocentes, vulnerables… y confiar que allí estarán. Ella la escuchaba atentamente cuando dice: “Yo tuve una experiencia así… fue un día en mis entrenamientos de natación, cosa que me costaba mucho nadar, desenvolverme en el agua era para mí una experiencia traumática. Me llenaba de miedo y angustia, razón por la cual casi abandoné mi carrera: Profesorado de Educación Física. Pero allí estaba un sábado por la mañana en la pileta del club Independiente, hoy Capri del centro, era una mañana hermosa con un sol radiante y yo decidida a lograr mi exigencia para recibirme. Así que entré al agua y el profesor me dijo: ‘Vas a hacer las 60 piletas te voy a tomar el tiempo’… apenas entré sentí algo que me ahogaba no me alcanzaba el aire que tomaba en las respiraciones, comencé a ponerme tensa, los músculos de la cara y de todo el cuerpo se me endurecían. Bueno me dije aquí estoy y voy hacerlo así que sin ni siquiera pensarlo la ‘invoqué a mi abuela Emilia’, cosa extraña porque a ella ni siquiera la conocía…”, pero su abuela se le apareció ante su pedido, allí en el agua, era un rostro hermoso con unos ojos azules luminosos… y con una luz en su mirada le dijo: “No tengas miedo aquí estoy soy tu abuela Emilia, vine para ayudarte”, su voz era suave, dulce y todo aquello se llenó de luz dorada, sentí que me envolvía sintiendo su PRESENCIA, su amor y ya nada más. Ya nada más recuerdo, sólo que flotaba y todo lo angustiante de nadar se había ido, ni siquiera puedo recordar cómo lo hice… sólo que alguien me tocó la cabeza y me dijo: ‘Sandra ¿vas a salir? ya hiciste más del doble de tu exigencia, sos la única que queda nadando son ya las 13’, eran las 10 cuando comencé, había estado nadando dos horas seguidas sin parar y no me había dado cuenta.Salí de allí como si no hubiera nadado nada… sentí una profunda PAZ”.Todas sus compañeras, incluyendo la maestra, se quedaron maravilladas, en silencio con su bella Experiencia con su Benefactora. Hasta la próxima experiencia real.Colabora: Sandra De MarchiAsesora De Feng Shui- Decoradora. En [email protected]: 44-25987





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