“Estamos dentro del índice normal de larvas dentro de la zona urbana. Tenemos 11,2% cuando el alerta es de 16% de larvas. De igual manera aumentamos en los últimos dos años y se debe a la falta de descacharrización”, señaló a PRIMERA EDICIÓN Antonio Cena, encargado del área de Epidemiología de la Dirección de Bromatología, Zoonosis y Saneamiento Ambiental de la Municipalidad de San Vicente. Dicha dirección realiza dos relevamientos por año del índice de larvas de los mosquitos. Antes de la entrada del verano y a finalizar el otoño se realizan las mediciones en toda la zona urbana para ver como evoluciona la presencia de las distintas especies de mosquitos que son vectores de enfermedades.En los dos últimos años se mantuvieron los índices en 11,1%, cifra que no está dentro de los índices de alerta, que según los organismos de salud, comienza en los 16 puntos. “Hace tres o cuatro años estábamos en ocho puntos. Eso es bajo y tranquilizante. Ahora tenemos un índice que está dentro de lo normal, pero más cerca de los 16, entonces tenemos que estar alerta y redoblar los controles y la colaboración comunitaria”, dijo Cena.Puntos críticosHay lugares que son más sensibles a la acumulación de agua y donde el mosquito Aedes aegypti encuentra mejores condiciones ambientales para reproducirse. Se trata de los cementerios y las gomerías. “Son los lugares donde más controles hacemos, estamos en alerta permanente porque son espacios que tienen elementos como floreros y tarros, y las gomas de auto, que juntan agua limpia y son el ámbito de reproducción de los mosquitos”, dijo Cena.“En las gomerías entregamos dos veces por año venenos para la fumigación y en el cementerio tratamos de mantener vacías las vasijas y floreros. Ahí hacemos hincapié para que usen arena húmeda en vez de agua en los floreros”.En cuanto a los domicilios desde la Dirección buscan que la población haga un control de la basura domiciliaria y que tire las cosas que pueden contener agua limpia, o bien que no deje que el agua de la lluvia no se acumule y para ello lo vacíe permanentemente, explicó el funcionario.Manzana por manzana“Los monitoreos los hacemos prácticamente manzana por manzana. Se hicieron 243 muestreos en toda la ciudad y los barrios más alejados de la zona urbana. El aumento se da por la falta de descacharrización. La gente no deja de acumular cosas en sus casas que luego juntan agua y son los lugares donde se reproducen los mosquitos”, dijo Cena. Recordó que “en 2008 se hizo una descacharrización cuando estuvo toda la provincia en alerta y después de eso no se hizo una campaña fuerte para que la gente tire los cacharros”.El trabajo de monitoreo larvario está a cargo de la Municipalidad de San Vicente y el área de Epidemiología. Trabajan en conjunto con el Lira de Salud Pública de la provincia y los promotores de Salud. Fumigaciones También se realizan fumigaciones masivas en algunos puntos de la ciudad. “En abril se hizo una fumigación ambiental en algunos sectores del municipio. Es muy positivo para el control del vector, pero no es conveniente hacerlas muy seguido. La gente nos pide que repitamos pero no está permitido porque también mata a otros insectos. La fumigación es una medida para bajar el vector donde está muy alto”, aclaró Cena.





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