PUERTO RICO. El intendente de esta localidad, Federico Neis, intimó por carta documento a la embarazada que cumple tareas de limpieza para la Comuna, Laura Brandt, que desmienta públicamente por este funcionario la obligó a seguir cumpliendo sus tareas si quería conservar su trabajo, pese a haber presentado certificado médico por embarazo de riesgo. En esta carta documento, el intendente acusó a la mujer de haber obrado de mala fe con la Municipalidad porque “ocultó maliciosamente su embarazo al momento de la renovación de su contrato”. Este caso puede ser paradigma de la precarización laboral en el sector público de la provincia. Bajo un contrato de locación de servicio que se renueva periódicamente, al menos durante un período mayor a tres mes, ¿no hay una relación laboral encubierta? Seguramente eso lo analizará la Justicia Laboral si, tal como aseguraron Laura Brandt y su esposo César Duarte, llevarán esto hasta la instancia judicial pues sienten que el jefe comunal los humilló cuando más ayuda necesitaban. “No se le puede asignar otra tarea”La mujer tiene un contrato de servicio a término para limpiar espacios públicos en la Municipalidad. Pero comenzó con pérdidas y el médico certificó que cursaba un embarazo de riesgo. Laura y su esposo, que recientemente comenzó a trabajar como taxista, se reunieron semanas atrás con el intendente para contarle su situación y pedirle ayuda para afrontarla. En la carta documento, Fein le recuerda que “usted no es empleada de la Municipalidad, sino que se la ha contratado específicamente en su calidad de monotributista para la prestación de un servicio el cual, conforme a su contrato, consiste en realizar la limpieza en distintos sectores de la Municipalidad por lo que no se le puede asignar otra tarea, y en caso de imposibilidad, esta parte tiene la facultad de rescindir el contrato, situación que usted conocía y aceptó voluntariamente y sin reserva al momento de suscribir el mismo”. Incomprendidos Según contó César Duarte, su esposa cursa un embarazo de riesgo y tiene un hijo de un año y cuatro meses con graves problemas del corazón y pulmones que requiere un tratamiento en el hospital Garrahan. Según contó el matrimonio, al plantearle la situación al intendente, en lugar de ver un modo de contener a la familia en el delicado estado de salud y económico en el que se encontraban, los acusó por no haberse cuidado y por eso estar esperando a su segundo hijo. Luego les manifestó que debía seguir cumpliendo con sus funciones.





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