LEANDRO N. ALEM. Desde 1988, gran parte del tabaco Burley que se produjo, salió de la provincia con valor agregado. La Planta de la Cooperativa Agroindustrial de Misiones Limitada, (CTM) procesa y agrega valor al producto. Desde abril a mediados de agosto dejó en la zona, sólo en salarios, más de 30 millones de pesos.La planta industrializadora de tabaco de la hoy CTM, tiene una capacidad nominal de 10 TN/hora de tabaco alimentado. El promedio anual de alimentación es variable (+/- 10%) y depende, tratándose de un producto primario, de la característica de cada cosecha anual.Lo distintivo de cada cosecha es el régimen de sol que recibe la planta de tabaco durante su desarrollo.Para alimentar y procesar las 10 TN/hora, requiere una dotación de 110 operarios por turno, que incluye a la producción y el control de calidad.El objetivo del proceso es convertir en trozos de láminas -materia prima para la fábrica de cigarrillos- a las porciones de las hojas sin nervaduras. Las nervaduras o venas se separan de los trozos de láminas y se empacan por separado.La cantidad de hojas alimentadas durante el reciente proceso se han convertido en aproximadamente 11.500 TN de láminas (producto final) y lo restante se reparte en subproductos y residuos industriales.Amén de convertir la hoja de tabaco que llega de la chacra misioneras al subproducto listo para la industria de cigarrillos, el laboratorio de la CTM, dotado de la más alta tecnología realiza rigurosos análisis del producto en pleno proceso, ajustado según normas internacionales.Los técnicos del laboratorio dividen su actividad en varias especialidades, controles de calidad, químicos, físico y NTRM (presencia de materia extraña).Una vez culminado el proceso, un equipo técnico realiza anualmente una revisión total del complejo industrial a los efectos de adecuarlo a nuevas exigencias o bien para un mejor funcionamiento. Kappaunn: “Trabajo genuino”“La planta industrializadora de tabaco es trascendente en el sector”, dijo el titular de la CTM, “por muchos años en Misiones y hasta los años 80, los tabacaleros veían cómo su trabajo se iba de la provincia sin ningún valor agregado, con su funcionamiento hay trabajo para muchas familias y beneficios directos e indirectos cada año”.Incluso, agregó, “estamos en condiciones de efectuar el proceso para otras empresas que antes enviaban a industrias de otras provincias, esta posibilidad nos permite extender el período y dar más trabajo a los misioneros”.“Este año, concluyó Kappaunn, no fue el mejor en materia de rendimiento, la presencia de tabaco muy liviano hizo que los rendimientos no fueran los óptimos, los costos superaron en algo más de 10 millones por encima de lo habitual y presupuestado”.De todos modos, “la planta de CTM es una herramienta vital para el sector tabacalero y una clara muestra de las inversiones lógicas y visibles con dineros del Fondo Especial del Tabaco (FET)”.Por último, Kappaunn expresó que “el beneficio que ofrece la industrialización local del tabaco a la provincia tiene dos aspectos. Uno, demanda mano de obra, la mayoría de Leandro N. Alem y alrededores que este año “dejaron” en la zona más de 30 millones de pesos. Obviamente que la industria deja también cifras importantes en el Estado a partir de los diferentes tributos.Los recursos humanos en CTM En este caso, el capital humano de CTM para la mano de obra que requiere la planta de proceso de tabaco, son 360 personas las cuales son denominadas dentro del convenio del tabaco, permanentes discontinuos, llamados generalmente “cíclicos” o “de temporada”, que en este 2015 ingresaron en el mes de abril y finalizarán su tarea a fines del mes de agosto.En CTM, como establece la ley, se conformó un padrón, por lo que los trabajadores son convocados atento a la antigüedad en la tarea, un grupo importante de ellos trabaja en cada ciclo desde hace muchos años.Los trabajadores con experiencia son valiosos, por cuanto su conocimiento y rotación en diferentes puestos de la planta, haciendo que la tarea sea conocida sin necesidad de invertir tiempo en períodos de inducción en sus respectivos puestos de trabajo. Solamente al inicio de cada temporada, el personal recibe rutinariamente la capacitación en planta de seguridad e higiene y primeros auxilios, también es obligatorio el control médico anual.En este 2015, fueron convocados la totalidad de los cíclicos (360 obreros) de los cuales concurrieron 320, por lo tanto de debieron contratar cuarenta obreros nuevos para completar la dotación, cada uno de ellos recibió la correspondiente capacitación según las vacantes de los puestos a cubrir.La mayoría de estos trabajadores de “temporada o cíclicos” pertenece al municipio de Leandro N. Alem, y en menor número a las localidades vecinas de San Javier, Oberá, Cerro Azul y Bonpland.La actividad de los obreros tras finalizar su tarea en la CTM se divide entre albañiles, obreros de la azucarera de San Javier, mientras que otros desarrollan actividades agrarias en el tabaco, yerba mate y té.





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