ELDORADO. El hombre es de nacionalidad paraguaya y sus antecedentes parecen hablar por él: lo consideran una persona de temer, sumamente peligrosa. Aquella frase que lanzó a los policías que lo detuvieron en Puerto Iguazú, el 30 de este mes, de que “si estaba armado me llevaba a dos o tres de ustedes”, hace honor al prontuario que lo antecede.Este hombre no cayó sólo sino con el compañero de andanzas, que no se queda atrás con aquello de la temeridad que despiertan. Ambos fueron y están vinculados con el homicidio del aviador Guillermo Daniel Ramírez, de 46 años, ultimado de seis balazos alrededor de las 21 horas del lunes 19 de enero.El asesino gatilló el arma de fuego en siete ocasiones. Seis proyectiles dieron en el blanco y se llevaron la vida del narcopiloto en el acto.Si bien este crimen motivó la captura de los sospechosos, la realidad indica que los investigadores lograron, al menos hasta el momento, recabar pocas pruebas en su contra por el delito de homicidio.En teoría, después de acribillar a tiros al aviador, los responsables se dieron a la fuga en una motocicleta de 110 centímetros cúbicos.En plena huida, siempre al decir de la reconstrucción policial, asaltaron una carnicería, ubicada a unos 800 metros del escenario de la ejecución.Justamente, la investigación arrojó novedades en cuanto a este último episodio criminal, no sobre el homicidio en sí.El juez de Instrucción 1 de Eldorado, Roberto Horacio Saldaña, dispuso la realización de una rueda de sospechosos para ver si el dueño de la carnicería podía identificar a las personas que lo asaltaron en aquella oportunidad.El resultado fue relevante. El trabajador del rubro cárnico reconoció a uno de los detenidos en Iguazú, de nacionalidad paraguaya, como autor del atraco ocurrido en su local comercial.No sucedió lo mismo con el otro implicado, aunque esto puede responder a diferentes razones.En este contexto, la situación de este hombre parece complicarse. Sin dudas, el resultado otorga un poco más de tiempo a la Justicia para recabar más indicios probatorios para el caso.La situación del supuesto cómplice es más holgada. Por lo menos, no fue identificado en el robo a mano armada ni en la causa que investiga el homicidio de Ramírez.Volviendo en el tiempo, la reconstrucción policial determinó que los criminales entraron al comercio, situado a 800 metros del lugar donde mataron al piloto de avión, y redujeron al propietario a punta de arma de fuego.Incluso, habrían llegado a gatillar el arma en la cabeza del comerciante, pero el proyectil no salió.Imposibilitados de matarlo a tiros, decidieron encerrarlo en el baño y darse a la fuga con destino desconocido. Pero el carnicero los siguió hasta un monte donde los fugitivos abandonaron la moto; pero consiguió reconocer a uno.




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