POSADAS. Mientras se terminan los acordes que interpreta el grupo de alabanza en el templo repleto de fieles, Belén se levanta silenciosa luego de haber oído la misa y se dispone a salir del templo para poder ir a honrar a San Cayetano como ella cree que corresponde: “Trabajando y cuidando el trabajo”. Es la misa de las 15 y ella asistió en el intermedio entre su trabajo y obligaciones personales. “La semana que viene me recibo y también vine a pedir para que las cosas me salgan bien. Hace un año tengo trabajo gracias a San Cayetano y quiero serle fiel cuidándolo. Me da la sensación de que mucha gente viene a pedir con fe, pero después no cuida lo que tiene. Hay que cuidar el trabajo, muchos no lo hacen”, insistió la joven con un gesto resignado. La muchacha no supera los 25 años, es posadeña, vive bastante lejos de donde está la parroquia pero se autorreconoce devota de San Cayetano y hace tres años empezó a venir para rezarle en su día. Contó que estudia enfermería y que el jueves de la semana entrante tiene que defender el examen final para recibirse.“Vine a dar gracias también por esa razón”, explicó antes de partir rápidamente a tomar el colectivo. Por la hora, tan cercana a la procesión, que comenzaba a media tarde, mucha gente empezaba a llegar para oír la misa que ofrecería en pocos minutos el obispo de Posadas. En el orden “numérico”, según las cifras que aportó la comisaría Sexta con jurisdicción en el barrio, la convocatoria fue todo un éxito. La jornada se caracterizó por la presencia constante de cientos y por momentos miles de fieles. De hecho según sus cálculos, la procesión de las 16 concentró a una multitud de entre tres mil y cinco mil personas. Una fiesta para “agradecer”Esa fue la sensación que vivieron los fieles católicos, quienes se congregaron desde distintos barrios de la Capital provincial para honrar al santo del pan y el trabajo en su día. Ayer la zona de la parroquia y sus alrededores fue un constante ir y venir de fieles, cuyo número se estimaba en dos mil a tres mil personas en las actividades de la mañana; y el doble de fieles en las eucaristías que estaban previstas para la tarde, entre las cuales se destacaban la procesión y la misa central a cargo del obispo de la Diócesis de Posadas. La parroquia situada en el corazón del barrio Yacyretá, en el oeste posadeño, no cesó de recibir creyentes desde las 6, cuando se abrieron las puertas para los primeros rezos de la mañana y tenían previsto continuar así hasta las 23, horario de la última misa para darle la oportunidad a quienes, por distintas razones, no pudieron asistir en otros horarios.En la primera mitad de la tarde se cumplió con el rito de la procesión, sana acción de fe consistente en caminar en los alrededores del templo con rezos, cánticos y consignas de gratitud para bendecir a la comunidad, según describieron los devotos a PRIMERA EDICIÓN, que los acompañó en la peregrinación a fin de escuchar sus historias de vida y testimonios. “Pido salud”, contó Ramón un jubilado quien, pese a haber salido del mercado formal de trabajo, contó que su deseo es seguir aportando “el pan digno a la mesa de mi familia”. El hombre hace changas de albañilería y su pedido a San Cayetano era por “más salud y fortaleza”.





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