POSADAS. Café expresso, doble, con leche, capuccino o submarino, con molienda a la vista. Cualquiera de estas variedades pueden ser probadas en “Bici Café Posadas”, un servicio de cafetería al paso, ofrecido por dos jóvenes emprendedores que armaron su puesto sobre una bicicleta de la década de 1950. Nicolás Barbudez y Soledad Albornoz son novios y desde hace bastante tiempo proyectaban un emprendimiento juntos. Pero buscaban algo diferente, innovador, que no hubiera en la ciudad. Fue así que Albornoz realizó un viaje y observó algo similar a esta iniciativa en una pareja de jóvenes de Europa. “Me quedé con esa idea en la cabeza. Surgió y nos pusimos a ver si se podía hacer, si íbamos a poder conseguir las cosas. Se nos complicó un poco a la hora de conseguir la bicicleta porque nadie se animaba a armarla. Ningún herrero nos daba la garantía que podría funcionar para aguantar tanto peso”, recordó la joven posadeña, estudiante de administración de empresas.Agregó que como nadie se animaba a desarrollar el medio de movilidad “nos bajoneó un poco pero buscando algo parecido por Internet, surgió la publicación de una persona que vendía productos antiguos en Rosario (Santa Fe) y tenía la bicicleta tal cual como la necesitábamos. No hacía falta agregar ni armar nada aparte”.Explicó que es similar a un triciclo invertido. Tiene dos ruedas adelante para soportar el carro y una rueda atrás. “La compramos por Internet, nos la mandaron y comenzamos a refaccionarla. Es una bicicleta muy antigua, original de fábrica, de los años 50. La llevamos a un herrero del barrio y la comenzamos a arreglar, a armar la parte del mueble del bar, el techito de la bici y comprar las cafeteras y el molino, traídos de Buenos Aires”, dijo. Así, comenzaron a comprar los granos de café de una marca reconocida, que muelen a la vista y preparan en la máquina. El primer sábado y domingo estuvieron sobre la avenida costanera, y luego se trasladaron a los paseos del centro de la ciudad. En ambos casos confiaron que la experiencia “fue espectacular”. En la costanera la gente se acercaba a mirar, a preguntar, a probar un pocillo. La pareja contaba sobre la página en Facebook Bici Café, entraban, comentaban, y se empezó a viralizar. “Allí publicamos cuándo y dónde vamos a estar todos los días”, relató la joven, quien junto a Barbudez realizó el curso de barista y para operar las máquinas. Así que los dos “sabemos hacer de todo”. La idea es preparar un café especial, diferente, para todos los días: por ejemplo, café marroc con chocolate marroc, café irlandés, café bombón, con leche condensada. “Queremos tener algo diferente para que la gente se acerque a probar y no sea siempre lo mismo”, alegó. Seguramente más adelante volverá el frío pero eso no es impedimento porque para estos jóvenes que se adaptan al clima y a las circunstancias, sigan trabajando a pesar del calor reinante. Cerca del verano esperan poder ofrecer jugos, licuados, café frío. “Iremos adaptándonos. Lo más importante era tener la bici y con eso ya podíamos hacer lo que sea”, dijo la compañera de Barbudez, que es oriundo de Puerto Esperanza y que llegó a Posadas hace unos años para seguir la carrera de contador público. “A toda idea nueva, innovadora, si uno le pone garras y ganas de crecer, prospera. La idea es ir creciendo con esto y a fin de año tener al menos una bici más para recorrer más lugares y más eventos”, aseguró Alboroz, entusiasmada.





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