POSADAS. Desde el primer acuartelamiento en 2012, los policías ya tienen bien aceitado un mecanismo de presión que comienza a hacer efecto cada vez que hay algún incumplimiento. Primero es el rumor en las comisarías; luego, la pregunta a los comisarios; la inquietud se eleva a la Mesa de Enlace; de ahí al jefe de la Policía, Héctor Munaretto; y finalmente llega al ministro de Gobierno, Jorge Franco. En casos excepcionales, también al Gobernador, sobre todo cuando se trata de temas presupuestarios.Ese mecanismo de presión y reclamos se puso en funcionamiento en las últimas semanas a raíz del atraso de seis meses en el pago de horas extras por parte del Gobierno a los policías en actividad.Desde el lunes se intensificaron los rumores sobre la posibilidad incluso de una protesta.Desde el año pasado, las horas extras se vienen pagando con cuatro meses de atraso, pero cobraban una vez al mes, sabiendo que tenían un “colchón” de cuatro meses “a favor”.Sin embargo, este año se produjeron demoras: entre enero y febrero se quedó un mes “colgado” sin pagar y en julio se produjo el segundo mes de retraso, por lo tanto el malhumor creció considerablemente, según informaron dos oficiales consultados por PRIMERA EDICIÓN.El dato adicional fue que en julio la mayoría de los efectivos duplicó las horas extras que realizaba habitualmente porque muchos camaradas salieron de vacaciones y por las guardias se debieron cubrir esas vacantes.Con ese excedente de carga horaria, los uniformados esperaban cobrar las horas extras, pero como no recibieron el depósito, el malestar se destapó y la versión habría llegado a oídos de las autoridades.Según informantes de la Mesa de Diálogo, el ministro Franco anunció que el viernes se hará el depósito y el sábado estarán disponibles los fondos correspondientes a un mes. A los efectivos les llegó la versión de que antes de fin de mes pagarían otro de los meses adeudados y así se retomaría la “normalidad” de cuatro meses de atraso.Este anuncio descomprimió la presión, pero las bases se mantienen al tanto de que se cumpla el anuncio.En promedio, cada mes de horas extras representa unos 2.500 pesos para cada efectivo. En total, son casi siete millones de pesos por mes que el Gobierno destina a este concepto.Seis meses de horas extras retrasados para cada policía representan entre 12 mil y 15 mil pesos, indicaron, más allá de que el recargo lo hace solamente el 70% de los efectivos.Negociar antes de las eleccionesLos policías consultados explicaron que las negociaciones salariales en los últimos años se vienen realizando en los meses de octubre a diciembre, a diferencia de otros gremios que negocian en marzo. “Nosotros ya terminamos de cobrar en junio la última etapa del aumento anual y los otros gremios recién empezaron a cobrar su aumento”, señaló un agente.“Es por eso que los compañeros ya están preguntando cuándo será la negociación y cuánto se va a pedir de aumento”, aclaró.Desde la Mesa de Diálogo ya hicieron saber al Gobierno que quieren sentarse a negociar antes de las elecciones, porque “después no le encontramos a nadie”, dijo un integrante.La idea es plantear los números y tratar de llegar a un acuerdo, aunque la definición puede postergarse hasta fin de año. “Ya tenemos un mecanismo aceitado, no creo que el Gobierno quiera romper el esquema de trabajo que venimos concretando”, apuntó.





Discussion about this post