LEANDRO N. ALEM. La Cooperativa Picada Libertad sigue en crisis. La semana pasada recibieron un préstamo (no subsidio) del Ministerio del Agro por 300 mil pesos pero nunca se concretó la audiencia con el gobernador Maurice Closs, que prometió gestionarla el ministro del Agro, José Luis Garay.La entidad no tiene fondos para devolver ese préstamo y no tiene producción para pagar el sueldo de julio ni el aguinaldo. Por eso este lunes le presentaron un pedido al intendente Diego Sartori para que gestione una audiencia con el Gobernador, quien mañana estaría visitando la ciudad en el marco de la campaña electoral.“Necesitamos exponer nuestra situación al Gobernador, que es el único que tiene la posibilidad de decidir un crédito importante para reactivar la industria y poder trabajar con tranquilidad”, explicó Juan de Andrade, empleado del organismo.La entidad arrastra deudas y situaciones económicas complicadas desde los últimos ocho años, que se vienen arrastrando en la gestión y no permiten ponerse al día.Durante los seis meses de producción de té “se trabaja muy bien, se cumple con los sueldos, con productores y proveedores, los ingresos son adecuados”, pero lo que ocurre es que durante los otros seis meses la actividad queda parada y comienzan los problemas. La situación se repite cada año. “Lo que nosotros necesitamos es una inyección de fondos para reactivar las otras actividades como la yerba y el tung, con una inversión fuerte podemos mover esas industrias y trabajar tranquilos durante los seis meses que no hay té, entonces tendríamos actividad todo el año”, sostuvo De Andrade.Para recibir este aporte económico los trabajadores, los gremios de comercio y de peones rurales, y los directivos de la entidad le presentaron una propuesta al ministro Garay “porque la cooperativa tiene bienes que la Provincia puede tomar como garantía para otorgar un crédito, vemos que esta es la única solución porque de lo contrario vamos a seguir cada año con estos conflictos”, indicó. Los trabajadores y gremios están preocupados por los puestos de trabajo, ya que son más de cincuenta empleados con muchos años de antigüedad y un número similar de productores que viven de vender su cosecha a la cooperativa.“Tengamos en cuenta que hace cinco años que la cooperativa está en convocatoria de acreedores y estamos preocupados por que no se declare en quiebra porque eso podría causar la pérdida de los puestos de trabajo de los compañeros”, agregó el dirigente.Sobre los números que complican la situación de la entidad, Alegre sostuvo que “hay 550 mil pesos en haberes caídos, más julio que se termina, se llegaría al millón de pesos en sueldos, a lo que habría que sumar las deudas impositivas y con proveedores se necesitaría un millón y medio de pesos”.Por su parte, Adolfo Zabala, secretario general de Uatre de Alem sostuvo que “la situación de los trabajadores rurales de la entidad es muy mala” y que “nuestra preocupación en definitiva es conservar la fuente de trabajo y solucionar la situación de los trabajadores. Y a futuro queremos que la producción se recomponga para no pasar todos los años por esta situación”.





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