SAN JAVIER (Enviado especial). La zafra de caña de azúcar comenzó de muy buena manera los primeros días de junio, pero las constantes lluvias en toda la región durante las últimas semanas retrasó la entrega de la producción al Ingenio, que además tuvo que realizar tareas de mantenimiento en un sector de la fábrica.El diluvio afectó a las dos partes más importantes de la cadena: por un lado, los productores tuvieron graves inconvenientes para cortar la caña y también para trasladarla, ya que los caminos se tornaron intransitables para los camiones que llevan la producción hasta el Ingenio de San Javier; y por el otro, la fábrica debió cerrar por espacio de cuatro días, ya que la crecida del río Uruguay afectó a la bomba de agua y tuvieron que repararla porque un sector se inundó.ConfianzaA pesar de todo esto, tanto el presidente del Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (Ifai), Ricardo Maciel, como el administrador del Ingenio Azucarero, Juan Pereira, confían en llegar a la meta estimada para las primeras semanas de noviembre. “En esta zafra estamos empezando a ver todo el esfuerzo que hicimos todos estos años, con la remodelación y la readecuación de la industria, sumado a que hace tres años ya empezamos a trabajar en dos frentes”, explicó a PRIMERA EDICIÓN el presidente del Ifai, quien confirmó el problema con la bomba de agua en el río, pero destacó que se pudo solucionar rápido. El funcionario comentó que “desde 2012, que fue mi primer año y donde teníamos un volumen de no más de 20 mil toneladas, a este año, donde se estima llegar a 70 mil toneladas, es una satisfacción porque significa dinero para los productores y mayor desarrollo en esta zona de cañaverales. Y en la fábrica este año hemos completado la serie de inversiones con mucho esfuerzo en varios sectores y eso hizo que tengamos un mejor funcionamiento”. Un tema central para Maciel y los vecinos del Ingenio eran los desechos y el olor que emanaba de la fábrica. Al respecto, el primero dijo: “Ya está solucionado casi en su totalidad lo que es emanación. Como toda fábrica, tiene sus contratiempos, más en época de zafra, por el intenso movimiento de camiones, que también es un inconveniente para los vecinos. Pero el pueblo sabe, en el fondo, que esa incomodidad también es un privilegio, porque cuentan con una fábrica en su ciudad, con lo mucho que genera tanto en lo económico como en lo laboral”. Dentro de los márgenes Ramón Olivera, productor de Mojón Grande, confirmó a PRIMERA EDICIÓN que “la verdad es que las lluvias nos complicaron mucho, no nos acompañó el tiempo, porque no podíamos cortar ni tampoco salir de la chacra hacia el Ingenio”. A cambio, se mostró conforme con la forma de trabajo de la fábrica y aseguró que “se está trabajando bien, hay pequeños detalles para mejorar nomás, como por ejemplo que hubo algunos problemas con la bomba de agua, pero dijeron que es más por la creciente del río. Se está moliendo bastante bien, rápido, pero estos días va a haber muchos camiones porque se retrasó un poco”. Por su parte, el administrador del Ingenio, Juan Pereira, comentó que la zafra está en los márgenes de tiempo estimados y que la planta “está funcionando todo el día”. “El único problema que tuvimos fue con la inundación que estuvimos unos cuatro días parados por el tema de la bomba del río, pero una vez solucionado, reiniciamos la recepción del producto”, aseguró Pereira. Además, señaló que “estamos recibiendo un promedio de 58 a 60 cargas por día” .





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