POSADAS. “Es muy difícil soportar esta situación, nunca pensamos que llegaría a tanto nuestro reclamo, solamente pedimos mejores salarios”. Así se refirió Yésica Escarbam al conflicto que mantienen ella y cinco compañeros más con la Municipalidad de Aristóbulo del Valle, luego de haber sido despedidos. El mes pasado, los empleados iniciaron un reclamo por una urgente recomposición salarial, además de pases a planta permanente, condiciones dignas de trabajo en todos los sectores, cese de las tercerizaciones y blanqueo de adicionales. El Ejecutivo municipal no respondió de manera favorable y los trabajadores -alrededor de treinta personas- decidieron extender la medida. Sin embargo, a los pocos días, a seis de ellos no se les renovó el contrato y empezó la lucha de estos exempleados comunales. PRIMERA EDICIÓN conversó ayer con algunos de ellos en la sede de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en Posadas, donde se realizó una conferencia de prensa para explicar en qué situación se encuentran. Escarbam contó a este diario que “el pasado 10 de junio fue la primera vez del paro y el 17 de ese mes recibimos (ella y su compañera Mirta Ramos) una carta documento en nuestras domicilios diciéndonos que el señor intendente nos cambió de sector, cuando estamos amparados por ley”.Entre lágrimas, Yésica dijo que una vez habló con el alcalde Heldor Hut y éste le dijo que ella no podía ser delegada gremial por el poco tiempo que tenía de contratada, pero “yo sé muy bien que puedo serlo porque el estatuto de ATE está bien claro. Él me atacó en ese sentido y cuando le respondí, empezó a negar todo: que nos había cambiado de sector, que nunca dijo nada en mi contra y encima me acusó de violar la ley”, relató. La situación de incertidumbre supera a estas personas. Se puede ver en los rostros de cada uno la urgencia de volver a sus trabajos. Incluso uno de ellos fue papá la semana pasada y entre sus compañeros lo están ayudando para “sacar a flote” a su familia. Por su parte, el vocero del grupo, Nery Puczko, comentó a PRIMERA EDICIÓN que “habíamos solicitado un 50% de aumento para escuchar una propuesta del intendente, pero eso nunca ocurrió. Y encima, a los pocos días nos enteramos de un acuerdo con otro sindicato. Eso, para nosotros, fue una agresión, porque queríamos negociar con el Municipio, pero nos encontramos con la sorpresa de que había dado un aumento del 100% al otro gremio que está dentro del Municipio y encima nos echan a personas que están dentro de ATE”. “Estamos mal porque no sabemos qué va a pasar. Además, el intendente resolvió no renovar el contrato a compañeros que participaron en la protesta”, concluyó.





Discussion about this post