OBERÁ. El mercado inmobiliario en esta localidad tiene diferentes facetas interesantes. La mayor demanda pasa por alquileres, donde el movimiento se mantiene estable, es decir siempre existe demanda y la oferta en general acompaña el requerimiento. El crecimiento de la comunidad estudiantil es el que generó importantes inversiones para atender específicamente esa necesidad. La zona cercana a las casas de estudio de mayor matrícula, como ser la Facultades de Ingeniería y Arte y Diseños, es donde mayor número de condominios existen. En estos casos son muchos edificios en los que los inquilinos o interesados tratan directamente con los dueños, sin la intervención de las inmobiliarias obereñas. Sólo algunos optan por acudir a las inmobiliarias para que se ocupen del funcionamiento y cumplimiento de los contratos.En la señalada zona de estudiantes incluso hay, actualmente, varios edificios en construcción. Por lo que la demanda que pueden generar los nuevos estudiantes estaría cubierta. La particularidad es que los propietarios no necesitan publicitar sus espacios ya que siempre tienen solicitudes. Los alquileres se dan de boca en boca o a partir de un listado que poseen las Facultades a disposición de los estudiantes. La red social Facebook aparece como otra herramienta para acercar a propietarios e inquilinos.“Las inversiones en los últimos tiempos fueron en monoambientes destinados a estudiantes, donde siempre hay movimiento. Por lo que se siente la necesidad de espacios familiares, es decir departamentos, casas de dos o más ambientes con cochera. Las familias buscan eso, la exigencia es seguridad y cochera. Es lo que se busca y hay faltante”, expresó a PRIMERA EDICIÓN, Valeria, empleada de una reconocida Inmobiliaria.Además dijo “de todas maneras la actividad en general está más tranquila en relación al año pasado a esta altura”. Daniel Losavio, propietario de una de las Inmobiliarias más antiguas de la ciudad aseguró que la relación oferta-demanda de alquileres es lo que mantiene el movimiento inmobiliario, mientras que “las propiedades están sobrevaluadas y en consecuencia deprimido el mercado” y añadió: “generalmente tasamos los terrenos y los dueños nos dicen por esa plata no vendo, por lo que elevan los costos y se hace imposible la aparición de compradores. Salvo aquellos de buena ubicación”.Inmobiliaria Bojko es otra de las reconocidas casas del rubro de la ciudad. Su titular coincidió con sus pares “en ventas hay un parate. Los propietarios sobre valúan los inmuebles, no respetan o directamente no acuden a tasar sus propiedades. Por lo que una venta puede llevar hasta más de seis meses”. También reflexionó sobre la situación de alquileres “estamos llenos de monoambientes. Los inversionistas apostaron directamente al estudiante, por lo que faltan viviendas familiares, de dos o tres dormitorios. Si yo tuviera veinte ahora, los alquilaría todos” aseguró.





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