POSADAS. Las patologías tiroideas son más comunes de lo que pensamos. Cientos de personas sufren porque la glándula tiroides no funciona como debería hacerlo en situaciones normales. Pero lo que más preocupa a los médicos son aquellas que se manifiestan como “subclínicas”: hay alteraciones químicas, pero escasa o nula manifestación clínica. En palabras comunes y corrientes: el problema está, pero no se ve.Esto lo manifestó la especialista en endocrinología, Mariel Haseitel, parte del plantel del hospital Madariaga. Estos temas y más, son dictados en un curso de actualización médica, clínica y terapéutica en enfermedades metabólicas organizado por la Sociedad Argentina de Diabetes y la Universidad Católica de las Misiones (Ucami), que el próximo 31 de julio tendrá su segundo encuentro. “En este curso tratamos de trabajar sobre las manifestaciones subclínicas. Porque al profesional, por lo general le cuesta manejarlas, porque no lo piensa como una posibilidad o no lo sospecha. Sobre todo cuando solamente existen alteraciones bioquímicas, que pueden ir o no acompañadas de síntomas”, explicó Haseitel.En el curso de actualización “focalizamos en el hipo y el hiper tiroidismo subclínico. Porque hay alteraciones bioquímicas pero con escasa manifestación clínica. El problema es que las mismas ya tienen impacto en el organismo, sobre todo a nivel cardiovascular y de los huesos, eso pasa mucho. Dentro de las patologías tiroideas, las más frecuentes son las subclínicas”. Los pacientes suelen tener sus primeras manifestaciones con su médico de cabecera. “A través del curso queremos darles herramientas a los profesionales de cómo detectar, cómo pueden tratar ellos la problemática, sin la necesidad de derivar al especialista”, remarcó.Los síntomas son diversos, “pueden comenzar con una descalsificación en una mujer que no tiene edad para que esto le suceda, el debut de una persona mayor con una arritmia cardíaca. Ciertos medicamentos pueden disparar o desencadenar una predisposición a una enfermedad tiroidea. Es mucho más común de lo que uno se imagina. Es la segunda endocrinopatía más frecuente después de la diabetes, por eso la importancia. Están relacionadas directamente”, explicó.Diabetes y su relación con la depresiónEl curso se divide en cinco módulos, uno por mes. El primero se llevó a cabo el pasado 26 de junio. “En el primer módulo se abarcó algo que se vio cada vez más en el último año: la relación que tiene la diabetes con la depresión”, indicó Daniel Dionisi, doctor y diabetólogo, otro de los organizadores del curso. “Tiene mucha relación y es algo con mucho auge en los últimos años. Siempre se pensó que había relación, pero ahora se conoce que es real. Aparece la depresión como desencadenante de una diabetes y viceversa”, explicó. Por lo general, suele suceder “posterior al diagnóstico de diabetes. Esto es lo que se ve muchas veces en consultorio: el paciente cae en un pozo depresivo o en otras situaciones las depresiones están subdiagnosticadas. Uno no las ve con las características clásicas pero tienen ciertos rasgos de depresión”, advirtió.El paciente no reconoce que sufre de depresión lo que también tiene consecuencias en el manejo y tratamiento de la diabetes. “En el primer módulo pudimos indicarles a los profesionales sobre una herramienta simple que consta de cinco preguntas que el paciente puede responder en menos de diez minutos, incluso lo puede hacer mientras espera la consulta. Gracias a esa guía, ya se sabe si necesita un tratamiento o una guía psicológica”, agregó Haseitel. Muchas veces tiene los mismos síntomas que una depresión normal y otras veces no. “Entonces, a través del test, uno encuentra herramientas que nos hacen pensar que hay que profundizar la búsqueda pero ya a través de un profesional encargado de la salud mental”, sintetizó Dionisi y agregó “puede ocurrir como no, depende de la personalidad de cada uno, pero sabemos que están ligados”. En dicho curso participaron una psicóloga y una endocrinóloga del Hospital de Clínicas de Buenos Aires, “además se tocaron temas de diagnóstico de diabetes, métodos de diagnóstico, el manejo de las hipoglucemias y con el correr del curso se irán viendo las complicaciones específicamente crónicas de la diabetes: el metabolismo fosfocálcico, tiroides, etcétera”, aseguró Dionisi.Otros temasEl próximo 31 de julio será el segundo encuentro, donde se hablará de las complicaciones neurológicas de la diabetes y “haremos hincapié en el pie diabético, uno de los motivos de consulta más frecuente. Se va a tratar desde diferentes puntos de vista”, coincidieron los doctores.El que se dictará en agosto estará relacionado con los problemas oculares y las complicaciones más frecuentes de la diabetes a nivel neurológico. “La diabetes también se encuentra relacionada con problemas oftalmológicos”, advirtió Haseitel. Explicó que “en una variedad de hipertiroidismo, hay afectación ocular que puede causar exoftalmía, que es la protrusión ocular. En esos casos, si no se llega a hacer un buen control, puede llevar a oclusión completa de los párpados y a úlceras ocular y corneal con pérdida de la visión. Pero detectado a tiempo y tratado bien, las complicaciones son mínimas”, rescató.Ya en septiembre la charla estará relacionada con la disfunción tiroidea y osteoporosis para finalizar los cursos en octubre con los tratamientos, “tanto farmacológicos como nutricionales”.En las reuniones surgen muchas inquietudes de los profesionales por situaciones vividas en la práctica. “Consultas sobre la derivación del paciente, a veces errónea y a veces tardía. Sucede que en ocasiones tenemos derivaciones de pacientes en las que no era necesario que lleguen a nuestro consultorio, porque se lo puede manejar en una salita. Otras veces pasa que tenemos pacientes ya tardíamente derivados, con complicaciones a las que no se llegaría si hubiesen sido derivados con anticipación. Esto puede ocasionar complicaciones que se hubiesen tratado mucho mejor o abarcado en un estadío más cercano”, explicó Haseitel. Se&nti
lde;aló que “lo que buscamos con el curso es mantener una comunicación entre todos, enseñar herramientas. La intención es trabajar en conjunto y poder generar un red donde podamos estar en contacto permanentemente ante cualquier duda”, indicó Dionisi. “Siempre pensando en el bienestar del paciente”, cerró Haseitel. El próximo encuentroOrganizado por la Ucami y la Sociedad Argentina de Diabetes y destinado a médicos clínicos, generalistas, de atención primaria, endocrinólogos, diabetólogos y licenciados en nutrición, “el curso es una herramienta para actualizar a los médicos locales. Trata sobre enfermedades crónicas como la diabetes, tiroides y la osteoporosis. Cuenta con disertantes de referencia nacional y regional para que podamos generar una red de comunicación, siempre con el objetivo de mejorar la atención del paciente”, indicaron.Son cinco módulos que se realizan una vez por mes. Desde las 8 de la mañana hasta las 16, con sede en la Ucami. El próximo será el 31 de julio. Para informes e inscripciones llamar al (0376) 4463718, dirigirse a avenida Jauretche 1036, de lunes a viernes de 8 a 12 y de 15 a 19, o al correo [email protected].





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