BUENOS AIRES (Medios digitales). El cadáver de un sujeto, que afirman era integrante de una banda de piratas del asfalto, apareció abandonado el jueves, en la vía pública, en la localidad bonaerense de Ciudadela, en el partido de Tres de Febrero.Las autoridades policiales consideran que el individuo, acompañado por otros marginales, robó un camión con un cargamento de zapatos, en Lomas del Mirador, pero después mientras fugaba rápidamente, habría padecido un infarto que le provocó la muerte de manera instantánea.Los voceros revelaron que el hecho se descubrió a las 12.10 de la víspera cuando los pesquisas policiales de la comisaría de Ciudadela y del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) de Tres de Febrero recibieron una denuncia, al número telefónico de emergencias 911, que hacía referencia a una persona fallecida que yacía en Almirante Guillermo Brown al 800.Rápidamente, los policías concurrieron a dicho lugar, oportunidad en la que observaron el cadáver de un individuo, que no presentaba lesiones. Al revisar sus bolsillos, los investigadores hallaron los remitos de un cargamento de calzado perteneciente a una empresa, que se encuentra situada en avenida San Martín al 4100, en Lomas del Mirador.A raíz de esa situación, los servidores públicos resolvieron comunicarse con la firma, ocasión en la que fueron anoticiados de un asalto que dicha compañía había sufrido momentos antes, en Lomas del Mirador, cuando los choferes de un camión Mercedes Benz 710 blanco, que transportaban mercadería destinada a un predio, en el barrio porteño de Barracas, resultaron interceptados por los miembros de una gavilla de piratería del asfalto.Los maleantes redujeron a los choferes de la unidad y se los llevaron privados de la libertad. Otra parte de la organización, en tanto, se hizo cargo del rodado con la mercadería. Finalmente los delincuentes liberaron a los conductores. Una de las víctimas, al dialogar con los investigadores, les dijo que, mientras era llevado cautivo, logró escuchar que los marginales se comunicaban por radio y que se decían: “Uno de nosotros, palmó”. Este chofer habría reconocido al fallecido como uno de los responsables del asalto.





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