POSADAS. Con más iniciativa y corazón que recursos, la cooperativa Pies Descalzos abrió las puertas de su flamante mueblería, y desde hace una semana atiende a sus clientes y socios en el local de Ituzaingó y 115. Es la coronación de un esfuerzo iniciado en 2011, cuando un grupo de obreros y oficiales se organizó y consolidó dentro de la cooperativa para hallar respuestas y también una salida laboral para un grupo de más de 300 personas humildes, provenientes de distintos barrios de la ciudad, nucleadas allí para tal fin. El funcionamiento, al menos en algunos de los rubros que abarca Pies Descalzos, es bastante parecido a las bolsas de empleo.Los socios se registran en listas donde declaran sus aptitudes y aspiraciones, en tanto que administrativamente se formalizan convenios con algunos organismos del Estado provincial y municipal, para la construcción de casas, colocación de techos como también el barrido de calles. Pero el avance de estas personas no se detuvo en la mera supervivencia y la posibilidad de lograr contratos temporales. Recientemente tuvieron uno de los logros y pasos más importantes de sus inicios: inaugurar la mueblería propia.Lo pudieron hacer mediante la obtención de fondos genuinos. La compra de las maquinarias para arrancar, la madera para la realización de los primeros muebles, y el acondicionamiento del salón de ventas. Ahora sólo falta la respuesta de los clientes y seguir sosteniendo el crecimiento. “Una de las ventajas que podremos darles a nuestros socios es que podrán comprar la producción de sus compañeros de forma totalmente financiada y sin intereses”, dijo a PRIMERA EDICIÓN, desde de la cooperativa, Ariel delgado, quien celebró este triunfo como una demostración de que “el trabajo organizado marca la diferencia para cumplir los objetivos propuestos”, remarcó.En vidrieraUna recorrida por el local permite observar y apreciar la gama de placares, juegos de mesas y sillas, camas, modulares, y todo lo que sea posible realizar en una carpintería, con madera de pino, laqueados y con terminaciones finas.Seis carpinteros son los responsables de la producción, que son quienes integran ese segmento dentro de la ONG. Son trabajadores de Itaembé Miní, barrio San Gerardo, chacra 101, barrio Laurel. Todos de origen humilde, que encontraron allí una salida laboral tan necesaria.“Todo lo que se logró fue con fondos de la cooperativa; siempre hemos pedido la oportunidad no que nos regalen nada, ni planes. Simplemente poder trabajar de forma organizada, porque así se pueden lograr muchas cosas, como esta”, sostuvo Delgado, tesorero de Pies Descalzos.





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