POSADAS. La experiencia del parto de su primer hijo en un hospital determinó su decisión a dar a luz a sus otros dos hijos en el calor de su propio hogar. Fue el deseo de mostrar su mirada sobre el parto respetado lo que llevó a la fotógrafa cordobesa Natalia Roca a iniciar hace ya casi cinco años el proyecto “Dar a Luz”. A lo largo de estos años, esta fotógrafa participó en más de 20 partos, la mayoría de ellos domiciliarios y registró con maestría momentos únicos, bellos, rostros cincelados con dolor y amor. Hoy a las 19 en la estación Vía Cultural (exestación de trenes) Natalia Roca expondrá la muestra fotográfica del proyecto “Dar a Luz” y junto a la periodista Irina Morán ofrecerán una charla abierta y gratuita sobre violencia obstétrica y parto respetado. Su propia experiencia Antes de llegar a Posadas, Natalia Roca habló con PRIMERA EDICIÓN sobre su trabajo y su vida. “Transité por ambas formas de parir: mis dos hijos más chicos nacieron en casa en un parto respetado y mi hijo mayor nació en una clínica con todas las intervenciones de rutina que se hacen en todos los hospitales, muchas de ellas entre las prácticas definidas hoy como violencia obstétrica. Después de muchos años, logré identificar que fui víctima de violencia obstétrica. Estas tres experiencias me llevaron a querer difundir las otras maneras de parir, donde se respeta el derecho a elegir de la madre. Quiero mostrar que es posible parir de otra manera para que las mujeres podamos exigir un parto respetado en las clínicas y hospitales de todo el país”. Según contó, sus fotos corresponden a partos domiciliarios “porque no tuve la suerte aún de poder registrar un parto en un hospital”, pero destacó que “es posible y debemos bregar para que haya partos respetados en los centros de salud públicos y privados. Lo que sucede es que muchas mujeres deciden parir en sus casas, que es una opción válida, porque no encuentran un hospital o clínica que las respete de acuerdo a las necesidades que plantean”. Momento íntimo Según contó Natalia, fotografiar un nacimiento exige un gran trabajo previo de conocimiento, de relación, de empatizar y conversar con los futuros padres para generar un vínculo de confianza. “También me vinculo mucho con las parteras, con ellas difundimos mucho el tema del parto respetado y el vínculo y la charla con la pareja permiten acercarnos y que lleguemos al día del parto con mucha confianza.“El parto es un momento muy íntimo, una celebración, es un honor para mí que las parejas me inviten a participar en esta experiencia tan personal. Para mí, el nacimiento es el instante bisagra entre la vida y la muerte. Es el grito de la separación para que se abra paso el latido de un nuevo ser”. Al ser consultada sobre si alguna vez participó en algún parto que se haya complicado, la fotógrafa respondió afirmativamente. “Siempre que haya alguna complicación en un parto domiciliario, se traslada a la mujer a la clínica y, lamentablemente, muchas veces ocurre que son recibidas con un maltrato todavía mayor por haber intentado parir en sus domicilios. Por eso muchas mujeres que terminan en el hospital por alguna complicación en el parto ocultan que prepararon el nacimiento en sus casas por temor al maltrato. Es inconcebible el maltrato que hay hacia la mujer en el momento de mayor vulnerabilidad, como es el parto”, fundamentó.





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