POSADAS. Cristina Renechen es una joven emprendedora que comenzó hace cinco años a trabajar de manera independiente y hoy su proyecto “Decotelas” crece y lo hace ya acompañada por Javier, con quien iniciaron una linda relación, tanto emocional como laboral. Coser es la base de esta tarea, pero también requiere de prolijidad y dedicación. PRIMERA EDICIÓN dialogó con Cristina, quien contó que “estaba convencida de no querer depender de un jefe y le dije a mi mamá que tenía ganas de comenzar con algo así, con trabajos de blanquería. Ella al principio no me tenía mucha fe, pero luego me vio entusiasmada y me apoyó. Con ahorros y esfuerzo compramos mi primera máquina de coser y así preparé almohadones, una colcha y toallas para llevarlos a Ituzaingó”. “Estaba convencida de que allá me iban a tener en cuenta en las cabañas. Al volver también fui a La Aventura y no pasó mucho tiempo que me llamaron de Ituzaingó para mi primer trabajo, también lo hicieron desde La Aventura”, agregó. Así comenzó su camino, pero no fue fácil: tuvo que pasar más de un año y medio para poder ganar un dinero real. Cristina explicó que “cuando emprendés no es fácil, muchos creen que trabajando de manera independiente será más liviano y es todo lo contrario. Para poder tener un nombre tenés que cumplir, así que al principio me levantaba a las seis de la mañana y hasta las 10 de la noche no paraba. Recién ahora es como que tengo un poco más de tiempo, porque Javier trabaja a la par conmigo y está aprendiendo a coser, ya hace almohadones y estamos a full los dos”. Una persona que quiera tener su emprendimiento propio -dijo Cristina- “tiene que tener mucha disciplina, muchas ganas, esforzarse el doble que si trabajara con un patrón. Me tengo que poner un horario, me tengo que exigir mucho más, porque llega fin de mes y dependo de lo que gano. Realmente pienso que esto no es para cualquier persona, porque tiene que tener muchas ganas de salir adelante”. Actualmente en Decotelas están preparando por ejemplo cuchitas para las mascotas, también realizan todo tipo de cortinas, sábanas, cubrecamas, cubrecolchones y también fundas para sillones. Al principio, la mamá de Cristina fue un sostén importante, pues “hay que tener ayuda, ya que tenés que comprarte la máquina y algunas telas; y por supuesto todo lo que ganes es para invertir. Yo, para poder ganar un dinero, vendía ropas y así pude ahorrar un poco. Pasaron al menos tres años de no comprarme nada, ni para la casa. Ahora recién puedo vivir, pero trabajamos mucho y vamos a todas las ferias porque es allí donde la gente te puede conocer y ver tus productos”. El último fin de semana estuvieron en “Posadas Produce”. Contactos y pedidosDecotelas es el nombre del emprendimiento. La pueden buscar en la red social Facebook o hacer pedidos llamando al 376-4760024, pues el taller está en la casa. El sueño es poder tener su propio negocio y seguir creciendo.




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