POSADAS. En el marco de las Jornadas Quirúrgicas de Misiones que se inician hoy y están organizadas por la Asociación de Cirujanos Unidos de Misiones (Acum), la ostomoterapeuta, Marcela Casco Carrera, será una de las encargadas de brindar un taller interactivo en la Escuela de Enfermería sobre su especialidad: los pacientes ostomizados.El paciente ostomizado es la persona que ha sido objeto de una intervención quirúrgica que conecta alguna parte de su intestino delgado o grueso a la pared del abdomen. Esta situación, que deriva en la utilización de la popular “bolsita” puede conllevar alteraciones biológicas (cambios higiénicos, dietéticos, pérdida de control de esfínteres), psicológicos (afectación de la propia imagen, autoestima) y sociales (dificultad de integración y reinserción). Sin embargo, el rol de Casco Carrera es que el paciente ostomizado se sienta cómodo con su nuevo sistema y pueda vivir una vida normal. “Como ostomoterapeuta, soy el profesional que atiende al paciente en la previa a la cirugía o luego de ella, para informarle qué va a suceder y como seguirá después de la intervención”, indicó en una charla con PRIMERA EDICIÓN. Explicó que el profesional que va a realizar la cirugía debe comunicarse con un ostomoterapeuta para hacer la apoyatura correspondiente. “Nos abocamos a la atención del paciente postquirúrgico, no solamente a enseñar cómo se utiliza un sistema de ostomía, nuestro rol es hacerle ver la positividad de que ha sido operado y que ya no va a ser un enfermo, sino un operado sano”, destacó. “Un paciente deprimido”Por lo general, el paciente ostomizado es un paciente deprimido. “Es por el hecho de que tiene que salir a la calle con la bolsita que lo va a acompañar toda su vida, se pregunta constantemente si se puede llegar a sentir algún olor, si va a hacer ruido o qué pasará si se desprende. Yo como ostomoterapeuta tengo que enseñarle que un sistema de ostomía que acepte y se coloque como debe ser, no es ningún impedimento, puede salir tranquilamente”, indicó Casco Carrera. Es más, aseguró que hay médicos, gerentes y muchas personas que viven diariamente como ostomizados permanentes y llevan una vida normal. “Pueden bañarse, hacer deportes o tener relaciones sexuales sin ningún problema, porque no es una persona discapacitada, es un operado sano. No es el final de su vida, sino el principio de una nueva vida pero distinta”. Sobre su tarea indicó que la atención al paciente ostomizado no se reduce a un par de horas un solo día. “Puede ser de dos o tres días o hasta un mes. Tiene que ser hasta que la persona acepte lo que le toca vivir”, remarcó.El apoyo de la familiaPacientes que necesitan de una ostomía hay de todas las edades. Casco Carrera aseguró que tiene pacientes de pocos meses de vida, hasta de seis años. “Lo más importante es el apoyo de la familia. Que tenga un familiar, una pareja, un hijo, alguien que le diga que está a su lado, que lo quiere y apoya. Sin esa contención, se mueren”, explicó.Son muchas las personas que se niegan a aceptar la condición de ostomizado, “y al negarse se ponen más trabas de las que ya tienen en su vida. Entonces, cuando aceptan y se amigan con el sistema y con ese problema que se solucionó, la vida es más liviana y más tranquila. Es necesario que retomen su ritmo de vida y acepten las reglas, porque el resto está todo permitido”, cerró.





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