PUERTO RICO. Hace solamente unos días, Sixta Quintana, madre de siete hijos menores, agobiada por las necesidades, consideraba la posibilidad de dar a sus hijos a alguna familia que los pudiera criar mejor, ya que a ella sola le resultaba casi imposible. Sin embargo, luego de la publicación de su historia en PRIMERA EDICIÓN, la solidaridad llegó desde todos los puntos de la provincia: personas que con las mejores intenciones llegaron al lugar en plena colonia San Alberto de esta comunidad para dejarle su ayuda con el fin de que esta mujer siga adelante y que no baje los brazos. Y la solidaridad la desbordó, ya que fue tanta que no cabía más en la pequeña casita prestada que habita su familia, con incluso mucho más de lo que necesitaban, principalmente camas, colchones, ropas y alimentos. Lamentablemente, esto no soluciona el problema troncal: Sixta necesita tramitar sus documentos para que sus hijos puedan acceder a la Asignación Universal por Hijo y también un lugar digno donde vivir con sus siete chicos. Hasta ahora esto no se pudo solucionar, ya que las autoridades no dispusieron a alguien que la ayude a realizar los trámites. A pesar de la inmensa solidaridad de los misioneros, hay cuestiones que requieren intervención por parte de las autoridades y esto es lo que aún no ha llegado. Los chicos siguen viviendo en una casa precaria e insalubre, sin ir a la escuela y sin que se inicien los trámites para la Asignación Universal. En este sentido, la responsable del área de Acción Social de la Municipalidad de Puerto Rico, Miriam Salguero, aseguró a PRIMERA EDICIÓN que “este no es un trámite que le corresponda a la Municipalidad, sino que lo debe hacer la Anses; además, no es verdad que a esta familia no se la haya asistido, porque desde que viven en esta casa nos estamos ocupando de ella, con mercadería, hicimos una observación de la situación, los acompañamos a hacer los trámites en la escuela y les trajimos camas y colchones, pero para la Asignación Universal se necesita un mayor responsable de los chicos que tenga documento argentino y la mamá no lo tiene, por eso ese trámite va a estar parado hasta que esta mujer tenga encaminada su documentación”, justificó.Un lugar dignoLa vivienda que habita Sixta con sus hijos es prestada por unos meses, por eso, a pesar de que hay personas que se ofrecieron a hacerle el piso o el baño, eso no es posible porque la propietaria no lo permite, por lo que la solución sería que esta familia pueda tener su propia casa en condiciones más dignas. Además, Sixta es una mujer que está sola con sus hijos y tiene dos bebés de ocho meses, por lo que no es muy difícil imaginar la dificultad ante la que se encuentra para salir de una zona rural a la ciudad para realizar los trámites sin contar con nadie que la ayude.A pesar de todo, la mujer se mostró feliz por la bondad de las personas: “Mucha gente vino a traerme cosas, ya no entra más nada en la casa, está totalmente llena de camas y colchones, ropa y provista; eso realmente no me falta porque ya tengo mucho, pero me gustaría tener una casa para criar a mis hijos”, sintetizó.Por otro lado, respecto al angustiante pedido de Sixta de que otra familia pueda ayudar a sus hijos para que estén mejor, ahora, con toda la ayuda recibida, dijo: “Yo mezquino a mis hijos, los quiero conmigo, solamente quiero que estén mejor y ahora gracias a Dios y a toda la gente que me ayuda, ya estamos mejor”. Según contó la mujer, durante los últimos días, tras la publicación en el diario, no ha parado de llegar gente a su casa para ayudarla, una muestra más de la respuesta solidaria del pueblo misionero.





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