OBERÁ. “In dubio pro reo” es una locución latina que expresa el principio jurídico de que, en caso de duda, por ejemplo, por insuficiencia probatoria, se favorecerá al imputado o acusado. Es uno de los pilares del Derecho penal moderno. Sin embargo, a veces los errores que se cometen durante la etapa de investigación también favorecen al imputado. En este caso, durante un juicio, se supo que la única evidencia colectada por la Policía contra un detenido, es decir una fotografía, le fue mostrada a una de las víctimas antes de concretarse la rueda de sospechosos. Si bien el sospechoso fue reconocido, para la Justicia no tuvo validez. Por si fuera poco, el testigo tuvo acceso a la identidad del acusado y buscó en una red social, logrando visualizar su rostro, también antes de la rueda de sospechosos. En la causa tampoco fueron hallados los elementos robados y el arma blanca presuntamente utilizada. Con tan poca solidez probatoria, el joven de 19 años, detenido desde poco después de un violento asalto a un agricultor y a su hijo menor fue absuelto en un juicio oral y público “por el beneficio de la duda”. El debate se llevó a cabo ayer en el Tribunal Penal 1 de Oberá, presidido por el juez Francisco Aguirre y los vocales Amalia Avendaño y José Pablo Rivero. En su alegato, la representante del Ministerio Público, Estela Salguero de Alarcón, solicitó la pena de ocho años de prisión por robo calificado con uso de arma blanca. La defensa del imputado, en tanto, pidió su absolución. Finalmente el Tribunal estuvo en concordancia con este último y resolvió absolverlo. El asalto fue el pasado viernes 20 de junio de 2014 en Dos de Mayo. En esta misma causa hay un prófugo.





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