WASHINGTON, Estados Unidos (AFP-NA). Varias empresas multinacionales, entre ellas Nike, Coca-Cola, Adidas, McDonald’s y Visa, que patrocinan la Copa del Mundo de fútbol, presionan a la Federación Internacional de Fútbol Asociación (Fifa) a depurarse de dirigentes corruptos tras las acusaciones de la Justicia estadounidense contra varios de ellos.La emisora de tarjetas de crédito Visa llegó incluso a amenazar con romper sus contratos con el máximo organismo del fútbol mundial. Si no hay cambios, “informamos (a la Fifa) que reevaluaremos nuestro patrocinio”, señaló Visa en un comunicado, en el que hace referencia a su “profunda decepción y preocupación”.“Como espónsor, contamos con que la Fifa tomará medidas rápidas e inmediatas para solucionar esos problemas”, agregó Visa, que explica que su patrocinio tenía por objetivo “estimular a las comunidades a unirse y celebrar el espíritu de competencia y éxito personal”.“Esta larga controversia ha enlodado la misión y los ideales de la Fifa y ya hemos expresado repetidamente nuestras preocupaciones sobre esas serias acusaciones”, dijo por su parte Coca-Cola, que paga unos 30 millones de dólares anuales a la Fifa. En un mensaje electrónico a la AFP, exige a la organización que se ocupe del tema de la corrupción.El gigante de la comida rápida McDonald’s, que destacó que tomaba “muy seriamente” los problemas relativos a la ética y la corrupción, consideró “muy preocupantes” las revelaciones de la Justicia estadounidense.Lo mismo sostuvo la cervecera belga-brasileña AB Inbev (Anheuser-Busch), otro espónsor importante del fútbol mundial a través de su marca Budweiser, que espera que “todos sus socios mantengan exigencias elevadas en materia de ética y operen de forma transparente”.Ninguno de los espónsores oficiales ha sido involucrado en los escándalos, pero todos están evidentemente preocupados de que la sombra que se abate sobre la organización pueda afectar su propia reputación y las ventas de sus productos.Hasta ahora los patrocinadores estaban especialmente preocupados por las acusaciones en relación al otorgamiento de la organización de la Copa del Mundo 2022 a Qatar. Cinco de los mayores auspiciantes -Coca-Cola, Hyundai, Adidas, Sony y Visa- pidieron una investigación rigurosa de todo el proceso de atribución de la edición 2022 de la Copa.Ya la semana pasada Coca-Cola y Visa habían expresado sus inquietudes por el trato a los cientos de miles de trabajadores extranjeros que construyen los estadios para el torneo, después de que organizaciones de derechos humanos y periodistas denunciaron sus condiciones inhumanas de trabajo.El fabricante de ropa deportiva alemán Adidas, destacó, por su parte, que mantenía su apoyo financiero al fútbol, pero pedía a la Fifa que “siga poniendo en vigor y respetando normas de transparencia” en todas sus actividades.Su competidor estadounidense Nike aseguró que “coopera” con la investigación en Estados Unidos, que sin citarla expresamente, identifica a la empresa con precisión.“Hemos cooperado y seguiremos cooperando con las autoridades”, escribe Nike en un comunicado.Según el departamento de Justicia estadounidense, que inculpó a los dirigentes de la Fifa, “algunos hechos reprobables están vinculados al pedido y recepción de sobornos y al pago de comisiones vinculadas al patrocinio de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) por parte de un importante fabricante de prendas deportivas estadounidense, de la selección del país anfitrión de la Copa del Mundo 2010 y de la elección del presidente de la Fifa en 2011”.Según documentos judiciales, la empresa estadounidense en cuestión también firmó en 1996 un contrato exclusivo para equipar y calzar a la selección brasileña. Ese acuerdo por diez años fue evaluado en 160 millones de dólares.Paralelamente, esa misma compañía habría depositado 40 millones de dólares en una cuenta bancaria suiza perteneciente a un directivo de una empresa que compra y vende derechos de mercadeo en Brasil. Una parte de ese dinero habría sido entregado a un directivo “de alto rango” de la Fifa y a un dirigente del fútbol brasileño. El espónsor oficial de la selección brasileña es Nike.Presión política y comercialEl gigante ruso del gas Gazprom se limitó a afirmar que no había una acusación “concreta” en su contra. Rusia organizará la próxima Copa del Mundo de fútbol en 2018.“Todas estas empresas reaccionarán como si fueran parte de la solución. Tomarán la iniciativa para reclamar una gran limpieza o amenazarán con retirar su apoyo”, destacó David Carter, del Marshall Sports Business Institute de la Universidad de California del Sur.“Los espónsores pueden ejercer una presión política y comercial. Tienen influencia y pueden usarla si estiman que este escándalo de corrupción se revela (como) potencialmente negativo a largo plazo”, destacó.Andrew Zimbali, del Smith College (Massachusetts, nordeste), estimó que “es un buen día para la Fifa, ya que es el principio de la gran depuración de una organización corrupta que se estaba autodestruyendo”.“La mayoría de los espónsores que invierten en la Fifa ya conocía el problema”, según Zimbali, y ahora van a poder ejercer presión para que se emprendan reformas.Congreso y eleccionesPese a las dudas generadas en un primer momento sobre si el Congreso y las elecciones iban a poder tener lugar en medio de una crisis de tal magnitud, la Fifa quiso despejar pronto las dudas y confirmó su celebración según los planes previstos.Sin embargo, el presidente de la Federación afirmó ayer en el discurso con el que abrió el 65º Congreso de su organismo que habrá “otras malas noticias”.“Los sospechosos llenan de vergüenza y humillación al fútbol”, sentenció Blatter, que hoy aspira a ser reelegido para un quinto mandato, en su intervención ante los representantes de las federaciones nacionales, subrayando que “no se puede vigilar a todo el mundo en todo momento”.El titular de la Fifa aseguró también que “no hay sitio para la corrupción de ningún tipo” en la organización que dirige desde 1998, y que “es necesario empezar a restaurar la confianza”. “Estarán de acuerdo conmigo en que son tie
mpos difíciles, sin precedentes para la Fifa. Los hechos de ayer (por el miércoles) han dejado una larga sombra sobre el fútbol y este Congreso. Las acciones individuales demandan cambios. No podemos dejar que la reputación de la Fifa se vea perjudicada”, dijo en la apertura de la sesión. En su discurso, Blatter dijo ser “responsable de buscar la forma de arreglar las cosas, pero no de las acciones de mala conducta de algunos que corrompen el fútbol”. “Los próximos meses no serán fáciles para la Fifa, pero es necesario empezar a restaurar la confianza en nuestra organización. El fútbol merece más y debemos responder. Mañana en el congreso tenemos la posibilidad”, añadió.Hasta del ámbito político llegaron voces abogando por un aplazamiento, como las de Laurent Fabius, ministro francés de Relaciones Exteriores.El que salió en apoyo de Blatter fue el ruso Vladimir Putin, presidente del país que acoge el Mundial 2018 y que acusó a Estados Unidos de querer impedir la reelección del suizo.Desde la Confederación Africana de Fútbol (CAF) también se mostraron contrarios al aplazamiento.Pero desde la poderosa Unión de Asociaciones de Fútbol Europeas (en inglés Union of European Football Associations, Uefa) la posición fue durísima. Su presidente, Michel Platini, manifestó su repudio hacia el suizo Blatter y pidió su renuncia. “Para mí fue muy duro ir con Blatter para pedirle que renuncie, porque es mi amigo, pero debe irse”, manifestó. Además de esto, el exjugador francés confirmó que pidió también la postergación de las elecciones. Sin embargo, luego se encargó de aclarar que, de realizarse los comicios, su Federación apoyará al príncipe jordano Ali bin Hussein, el candidato opositor a Blatter. “Salvo Europa, todos tienen miedo porque viven de la Fifa”, denunció Platini.El príncipe cuenta con una buena imagen en los ámbitos deportivos, pero su juventud e inexperiencia (39 años) y el hecho de no dirigir su Confederación, la Asiática (AFC), parecen fragilizar sus opciones. Claves para entender de qué se trata• ¿Cuál es el origen de estas investigaciones? No se podría señalar un momento concreto, sino que se trata de una concatenación de hechos. Según la investigación de la Fiscalía de Estados Unidos, la Federación Internacional de Fútbol Asociación (Fifa) vino efectuando desde principios de los años noventa, de manera sistemática y reiterada, una serie de pagos en comisiones a los representantes de los medios y de firmas de promoción de eventos deportivos. Estos “acuerdos” permitían a la Fifa tener una ventaja a la hora de conseguir derechos de retransmisión y de publicidad en torneos, un sistema que servía para asegurarse acuerdos a base de presiones y favores económicos.• ¿Quiénes son los implicados? Los señalados de esta investigación son altos cargos de la Fifa. Dos vicepresidentes, el uruguayo Eugenio Figueredo y el caimanés Jeffrey Webb, además del expresidente de la Conmebol, el paraguayo Nicolás Leoz, son los más importantes. El departamento de Justicia anunció que se presentaron 47 acusaciones ante el tribunal por “organización mafiosa y blanqueo de dinero”. El resto de los federativos acusados son el costarricense Eduardo Li, el nicaragüense Julio Rocha, el trinitense Austin Warner, el venezolano Rafael Esquivel, el brasileño José María Marín y el caimanés Costas Takkas.• ¿Por qué se investiga desde Estados Unidos? La investigación comenzó desde Estados Unidos después de que la Justicia norteamericana demostrara que buena parte de las transacciones sospechosas de ser sobornos y compras a otros integrantes de la Fifa hayan tenido lugar en territorio estadounidense. Y, además, muchas de las transacciones se habrían llevado a cabo a través de bancos norteamericanos, que habrían registrado importantes intercambios económicos que se habrían convertido en un futuro no muy lejano en “favores” políticos de federaciones en determinados intereses, como votos a Mundiales o a candidatos a la presidencia de Fifa.• ¿Cómo se llevó a cabo la investigación? Después de tramitarse las órdenes pertinentes desde Estados Unidos, varios agentes suizos se presentaron en el hotel de lujo Baur au Lac en los Alpes en la madrugada del miércoles. Sin levantar sospechas, presentaron las órdenes de detención en el recinto, con lo que se les facilitaron las llaves de las habitaciones de los sospechosos. En las próximas fechas, muchos miembros de la Fifa tendrán que declarar, y no sería descartable que pudieran producirse más arrestos a lo largo de la semana.• Dos causas distintas. Aunque pueda parecer una casualidad, se abrieron dos causas a la vez que no están relacionadas entre sí. Por ello, todas las informaciones que surgieron el miércoles sobre el proceso penal que se abrió en Suiza por la elección de la sede de los Mundiales de 2018 y de 2022 no tiene nada que ver con la trama de Estados Unidos. Es más, esta segunda, en la que se investigan los votos a Rusia y Qatar, nació de la propia Fifa, que entiende que existen sospechas de irregularidades. Por ello, el organismo del fútbol mundial presentó una demanda penal contra desconocidos.• ¿Hay más implicados? Además de los altos cargos de la Fifa, en la investigación abierta por Estados Unidos hay muchos otros implicados. Los principales señalados son los responsables de empresas relacionadas con el marketing deportivo y los derechos televisivos, que habrían sido algunas de las compañías que habrían cedido ante los favores económicos para ofrecer sus servicios. Así, también están acusados los ejecutivos de empresas relacionadas con la Fifa, como Alejandro Burzaco, de la argentina Torneos y Competencias; Aaron Davidson, de Traffic Sports USA, y Hugo y Mariano Jinkis, del Full Play Group de Argentina.• ¿Puede haber más detenciones? A tenor de las declaraciones de la Fiscalía General de Estados Unidos, podría haber más implicados en la primera de las tramas. Aún más abierta está la investigación en las oficinas de la Fifa en Zúrich, donde la policía incautó documentación y material informático.• ¿Qué cantidades se movieron? Al tratarse de un caso que llevaría produciéndose de manera sistemática desde hace más de 17 años, la Justicia norteamericana calcula que el importe total de l
os sobornos que han tenido lugar en esta década estaría por encima de los 150 millones de dólares. Se trataría de un caso de corrupción “profundamente enraizada”, en palabras de la fiscal general Loretta Lynch, que considera que existía una trama impuesta a lo largo de los años para conseguir perpetuar el abuso de poder de algunos mandatarios, que conseguían sobresueldos a base de mordidas y sobornos.• ¿Está Blatter implicado? Pese a lo que pueda parecer, el máximo mandatario de la Fifa, Joseph Blatter, no estaría implicado en este caso perpetuado a lo largo de los años dentro de su organización, la misma que lleva presidiendo desde hace 17 años. En las primeras palabras oficiales desde el organismo del fútbol mundial, el portavoz de la organización, Walter De Gregorio, se ha apresurado a negar rotundamente que ni el presidente de la Fifa ni su secretario general, Jerome Valcke, tengan algún tipo de vinculación con una trama de la que no tenían ningún tipo de conocimiento hasta la fecha. El Gobierno juega a dos puntas: denuncia y pide intervención, pero resguarda a la AFADe su lado, el Gobierno argentino adoptó ayer una posición “a dos puntas”, ya que si bien por un lado la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) denunció penalmente a los empresarios argentinos implicados, por el otro resguardó a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) su socia en la televisación de los partidos del fútbol local y la Selección argentina, salpicados por la situación.Bien temprano ayer, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó que el Gobierno nacional, como accionista minoritario del Grupo Clarín, podría pedir la “intervención judicial” de la empresa Torneos y Competencias, en el marco de la investigación que vinculó al ejecutivo de esa compañía Alejandro Burzaco al escándalo de corrupción que destapó la Justicia de Estados Unidos.“De haber existido el pago de sobornos, el Estado, como socio minoritario del Grupo Clarín, puede pedir la intervención judicial de Torneos”, señaló Fernández, que hace una semana admitió que no estaba en agenda intervenir la AFA por los problemas de la violencia en el fútbol.El funcionario confirmó además que cuando la Cancillería recibió el pedido de extradición de Burzaco y de los hermanos Hugo y Mariano Jinkis, lo giró a la Justicia y recayó en el Juzgado Federal de Hernán Martínez de Giorgi.Pero este pedido de extradición, que debería ser resuelto con celeridad por la gravedad de la denuncia presentada en Estados Unidos, podría tener un apartado que involucra directamente al Gobierno.Se trata de la denuncia que, por la tarde, confirmó la Afip a través de su presidente, Ricardo Echegaray, que podría posponer la extradición de los implicados hasta que sean juzgados en la Argentina por este tema.Desde París, donde participó en un Congreso, el administrador federal de Ingresos Públicos confirmó que denunció por evasión tributaria, asociación ilícita fiscal y lavado de dinero a los empresarios argentinos Alejandro Burzaco, Hugo Jinkis y Mariano Jinkis como así también a las firmas Torneos y Competencias SA y a Full Play SA.Además la Afip solicitó información al exterior para obtener datos de sociedades y cuentas bancarias en Panamá, Uruguay, Estados Unidos y Suiza. También el organismo fiscal pidió que la Justicia embargue los bienes de los contribuyentes investigados.La denuncia de la Afip recayó en el Juzgado Penal Tributario Nº 2, a cargo de Diego García Berro.“La Fifa nunca colaboró con la transparencia fiscal del fútbol. Mediante una nota, el 30 de abril de este año, reiteramos nuestro pedido al presidente de la entidad, Joseph Blatter por la falta de colaboración de la Fifa ya que, y a pesar de los compromisos asumidos, no le dio a la Afip la posibilidad de obtener acceso al Registro de Transferencia de Jugadores (TMS)”, señaló Echegaray.Blatter se había comprometido con Echegaray, en marzo del año pasado en Zúrich, Suiza, a instrumentar un proceso para que la Afip pueda obtener información de los TMS y así poder obtener información sobre los verdaderos valores de las operaciones de compra venta de futbolistas y restringir las maniobras de evasión de los hombres de negocios del fútbol. “Este tipo de actividades ilícitas pagan impuestos. En casos como en este tema, si se comprueba que hay pagos de estas características, el Estado a través de la Afip tiene todo el derecho a reclamar el 35% del Impuesto a las Ganancias. Hay un leading case en la Corte Suprema de Justicia que queda muy en claro”, puntualizó Aníbal Fernández. Ordenan el arresto de los argentinosEl juez federal Marcelo Martínez de Giorgi ordenó ayer la detención de los tres argentinos involucrados en el escándalo de corrupción en la Fifa y por el cual los Estados Unidos pidió la extradición.Se trata de los argentinos Alejandro Burzaco, CEO de Torneos y Competencias, y Hugo y Mariano Jinkis, dueños de una empresa de marketing relacionada con la AFA.Martínez de Giorgi dio curso al pedido de Interpol y libró órdenes de captura hacia los tres, a la par que debe resolver pedidos de exención de prisión que presentaron los abogados defensores.Jorge Anzorreguy, abogado de los hermanos Jinkis, aseguró que sus defendidos “están a derecho” y destacó que “van a colaborar con la investigación”.Anzorreguy afirmó que “de acuerdo con las reglas del Código Penal Procesal de la Nación” pidió “una eximición de prisión”, algo que también hizo la defensa de Burzaco.La acusación de una asociación ilícita es por “llevar a cabo o participar, a sabiendas, en una extorsión, relacionada con el fraude electrónico y otros delitos, que de algún modo involucra o afectan el comercio exterior o interno”.También por “asociación ilícita para idear un plan o artificio con el objeto de defraudar, inclusive el derecho intangible de servicios honestos mediante el uso de comunicaciones electrónicas, radio o televisión con el propósito de llevar adelante dicho plan o artificio”.Y el tercer hecho por el cual los Estados Unidos solicita la detención con fines de extradición es por conformar una asociación ilícita “para llevar a cabo o intentar llevar a cabo una transacción comercial con las ganancias de una actividad ilícita&rd
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