MENDOZA (Medios digitales). En una seguidilla que parece sacada de una película de terror, la Policía de esta provincia investiga la muerte de cinco jóvenes del complejo habitacional La Favorita de la capital.Los sucesos comenzaron en noviembre del año pasado, cuando un adolescente apareció colgado de un árbol en dicho barrio. Los investigadores sospechan que el joven se reunía con amigos en una vivienda de la zona y practicaban el juego.Los testigos señalaron que el menor no tenía más de quince años y nadie supo los motivos de tan drástica decisión. Pero lo más escabroso del caso recién se estaba gestando con la muerte de varios integrantes del grupo.Sólo pasaría un mes cuando un amigo de la misma cuadra y de casi la misma edad también se suicidó de la misma forma. Las muertes siguieron hasta enero de este año, cuando otro chico se mató colgándose con una soga. Los hechos fueron sucediendo mes a mes y todos los casos tenían una similitud asombrosa y con el mismo mecanismo.Desde noviembre hasta la fecha, se registraron cinco muertes y las víctimas son todas menores de edad: de entre doce y 16 años, señala un medio mendocino.Los padres y las autoridades se encuentran desconcertados, pero lograron evitar la muerte de otros dos jóvenes, quienes fueron rescatados cuando colgaban de un árbol en otro sector del complejo capitalino. Un organismo del Estado que trabaja en situaciones de vulnerabilidad de los derechos de los niños detectó que los hechos podrían estar relacionados con fenómenos del satanismo. La preocupación rodeó a las familias al tratarse de fenómenos vinculados al satanismo.Los profesionales explicaron que, como se trataba de adolescentes varones de un mismo grupo del barrio, las causas de suicidio llegaron a la Justicia hace tres semanas, se unificaron y comenzaron a ser instruidas por la fiscal especial Claudia Alejandra Ríos, quien investiga si existe instigación al suicidio. Por el estudio que realizaron los profesionales en la zona donde ocurrieron los hechos -entrevistas con familiares de los chicos, vecinos, policías hasta personal médico del centro de salud-, se cree que una o más personas podrían estar influyendo en los pensamientos de los adolescentes para que tomen la drástica decisión de matarse. Existe la posibilidad de que tomen declaraciones a los dos jóvenes que fueron rescatados, para comenzar una investigación. La fiscalía citó a los progenitores de los chicos a fin de conocer detalles de la vida de cada uno de ellos y de las relaciones que tenían con las personas que se suicidaron. Según trascendió algunos cursaban estudios, mientras que otros integrantes del grupo no estaban escolarizados, agregaron.Por el momento, la causa se encuentra bajo secreto de sumario y muchos prefieren no aportar detalles del caso.Todo el barrio conoce del tema, pero pocos se atreven a hablar, aunque el comentario más fuerte es que toda esta historia comenzó con el “juego de la copa”, como una travesura entre adolescentes, pero con un final trágico. También los investigadores siguen las pistas de los perfiles en las redes sociales, como foco de contactos entre los jóvenes y un posible instigador. Lo que resta determinar es el grado de participación de cada uno, pero en particular con los integrantes de mayor edad, dijeron. Por el momento el caso tiene muchas preguntas y pocas respuestas en relación a si las muertes fueron inducidas (lo cual sería un delito) y quién puede ser el responsable de tan macabra acción. Los investigadores trabajan conjuntamente con profesionales sociales para develar los motivos que llevaron a estos menores a tomar tan drástica decisión.




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