POSADAS. Un suboficial de la Dirección de Investigaciones sería citado a indagatoria por parte de la Justicia, para que brinde su versión con respecto a mensajes de texto que habría enviado a integrantes de la “banda de las Nueve Reinas”, advirtiendo del allanamiento que estaban a punto de realizar, según confió un portavoz oficial. La medida podría ser ordenada en las próximas horas por el juez de Instrucción 1 de esta capital, Marcelo Cardozo, quien estaría añadiendo las pericias telefónicas al expediente de la causa. Hace exactamente una semana, los uniformados concretaron un operativo en el marco de la investigación por la gavilla que se dedica a estafar a personas de la tercera edad con el “cuento del nieto”, es decir que se hacían pasar por parientes para estafarlos y robarles con distintas artimañas. Una maniobra delictiva que cobró fama a través del cine, más precisamente en la película argentina “Nueve Reinas”. Tal como publicó este diario, aquel jueves 14 de mayo los efectivos de la Dirección de Investigaciones partieron alrededor de las 10 rumbo al lugar donde iban a realizar el allanamiento. Entre las directivas judiciales estaba la orden de detención de dos sospechosos. La comitiva era encabezada por el juez Cardozo e integrada por varios policías. En este tipo de operativos suele primar la discreción, sin embargo, camino al lugar señalado para el allanamiento, sucedió algo que fue, por lo menos, muy llamativo y extraño: cuando los patrulleros llegaron a la altura de la avenida López Torres casi Maipú, se cruzaron con una Ford Ranger de color blanca, con dos sujetos a bordo que, casualmente, eran los mismos que figuraban en las órdenes de detención. Tras una cinematográfica persecución vehicular, el chofer del citado rodado terminó despistando y quedó sobre un bulevar de López Torres. Quedó muy en evidencia que los presuntos implicados en la gavilla, ambos de la comunidad gitana, sabían que los efectivos iban en camino. Los dos ocupantes del vehículo, que intentaron darse a la fuga, fueron acusados de ser integrantes de la “banda de las Nueve Reinas”. Otros dos miembros de esa misma comunidad completarían la organización delictiva que, en 45 días, se habría alzado con una suma superior a los 100 mil pesos. Posteriormente se allanaron las viviendas de los sospechosos, ubicadas en inmediaciones de la avenida Maipú y la calle España, donde fueron incautados objetos de interés para la causa. Entre otros elementos, se halló un Fiat Uno blanco cuya chapa patente coincide con la que utilizaban los estafadores. Otro testimonio describía la camioneta Ford Ranger involucrada en la persecución. Presunta corrupción policial Tal como adelantó PRIMERA EDICIÓN, en el marco de la investigación por las advertencias que se cree que hizo a la banda un suboficial a través de mensajes de texto, fueron secuestrados varios teléfonos celulares. Un primer entrecruzamiento estableció que, efectivamente, hubo contactos entre uniformados y al menos una parte de la presunta banda. No se descarta que otros dos policías tengan relación con las “alertas” que prevenían a los sospechosos.





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