BUENOS AIRES (DyN). La inflación calculada por el sector privado en abril fue de 2,01%, el doble de la estimada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).De esta forma, el denominado “Índice Congreso” acumuló en el último año una variación de 29%.Las cifras fueron comunicadas por legisladores de la oposición que mantienen la metodología de calcular un promedio de los resultados de las consultoras para confrontar con los discutidos datos oficiales.La difusión estuvo a cargo de las diputadas, Patricia Bullrich, Patricia De Ferrari, Patricia Giménez y los legisladores Carlos Brown y Federico Sturzenegger.La proyección privada fue el doble de la informada por el Indec que estimó una variación de precios de 1,1% para abril y de 15,6% en forma interanual.La diferencia entre ambas mediciones resulta sustantiva y tiene un peso vital en medio de la discusión paritaria, a la que el Gobierno pretende ponerle límites.Los principales gremios están reclamando ajustes del orden del 30%, o más, lo cual provoca dos escenarios diferentes según con cuál de las cifras sea constatada.Si los sindicatos consiguiesen su máxima pretensión empatarían o ganarían un par de puntos de poder adquisitivo en caso que la medición real fuera la privada (29%).En cambio, si se lo coteja con el cálculo oficial, los trabajadores con subas de salarios del 30% estarían obteniendo 15 puntos más de poder de compra.Por obvias razones, en sus argumentaciones para defender la intención oficial de contener las subas salariales, Kicillof da por válido el cálculo del Indec e incluso consideró que aumentos por encima del 25% pueden ser desmedidos.El ministro siempre despreció las mediciones privadas por “falta de rigor técnico”, aunque afirmó que en cualquier indicador se observa que la inflación se “viene desacelerando” en los últimos meses.Por otra parte, advirtió a los empresarios que deben ser cuidadosos para no convalidar mejoras en las remuneraciones que luego “tengan que pagar de su bolsillo”.





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