Eldorado: brutal asalto a un ingeniero de 82 años

ELDORADO. Al menos tres delincuentes armados ingresaron a la vivienda del conocido ingeniero eldoradense Víctor Revilla, de 82 años, a quien le sustrajeron más de 8.000 pesos. El violento atraco fue perpetrado ayer a las 3, en el domicilio de la víctima, ubicado frente al sector de emergencias del hospital Samic. De acuerdo a los primeros datos obtenidos por los uniformados, los malandras ingresaron al lugar tras violentar un ventanal, luego ataron y golpearon al octogenario para robarle la citada suma de dinero y otras pertenencias. En su relato a Canal 9 Norte Misionero, el damnificado relató que a esa hora se hallaba solo en la sala de televisión, mirando una pelea de boxeo, cuando escuchó sonidos extraños pero a los que restó importancia. Instantes después, sintió el ingreso de varias personas por un costado de la vivienda, ubicada en calle Tarragó Ros (a la altura del Kilómetro 10) y uno de los intrusos lo golpeó en la cabeza con la culata de un arma de fuego.Tras colocarle una capucha en la cabeza y amenazarlo, llevaron al infortunado ingeniero hacia otras habitaciones de la casa, exigiéndole dinero. Revilla atinó a dar lo que tenía encima y lo que tenía guardado en su oficina (alrededor de 8.000 pesos), que pensaba destinar al pago de cuentas y la compra de víveres. Pero, no conformes con esto, los delincuentes lo maniataron y le exigieron más plata. Así comenzaron a descolgar cuadros, mover muebles, buscar en los roperos, buscando una caja fuerte u otro lugar donde pudieran hallar más efectivo. Contó además que “los ladrones estuvieron alrededor de 40 minutos” y que, al no hallar otros elementos de valor, tomaron el control remoto del portón y las llaves del auto y salieron caminando por el frente. Minutos más tarde, Revilla logró zafar de sus ataduras y se dirigió por sus propios medios hasta el sector emergencias del Samic (a unos 25 metros de su casa), donde recibió asistencia y llamó a la Policía. Los golpes recibidos, afortunadamente, no le provocaron ninguna lesión de gravedad. Según el profesional, pudo ver a unos de los atacantes y describió que hablaba con acento lugareño.