BUENOS AIRES (NA). El fiscal federal de Orán, José Luis Bruno, se inhibió en la causa que investiga a una banda cuyos miembros habrían explotado carnicerías en las provincias de Salta, Tucumán y Chaco para lavar dinero proveniente del narcotráfico, al considerarse víctima de amenazas de muerte en torno al caso.Según publicaron los medios locales, el fiscal federal de Orán estuvo en desacuerdo con algunas de las medidas ordenadas por el juez federal de Orán, Raúl Reynoso, entre ellas la detención de las cuatro personas, además de sostener que en las desgrabaciones de las escuchas telefónicas su persona es una de las amenazadas por el detenido, el comerciante de la carne Iván Cabezas. La causa por lavado de activos, narcotráfico y amenazas que produjo en los últimos días cuarenta y cinco allanamientos en distintas provincias del norte del país y la detención de cuatro integrantes de una supuesta asociación ilícita, no pudo cumplir con las declaraciones de los imputados al quedarse sin fiscal momentáneamente.Para Marcelo Arancibia y Alejandro Vélez, los defensores de los detenidos, la inhibición del fiscal estuvo anunciada desde el momento en que se conocieron las amenazas proferidas por el detenido Iván Cabezas.Al ser consultados sobre las amenazas, Arancibia contó que las mismas son ciertas y que su cliente jamás negó sus dichos: “Lo único que dijo es que no recuerda con exactitud la fecha en las que las emitió, pero sí me transmitió casi literalmente las palabras que utilizó. Estaba cansado de algo que estima como una persecución y telefónicamente se fue de boca, cosa que no lo negó y que iba a declarar de no haber mediado este incidente procesal”, señaló el abogado, quien agregó que no cree que personalmente “pudiera llevar a cabo todo lo que dijo verbalmente”.





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